Mercado Eléctrico Inequitativo
El actual régimen impide la libre competencia, obligando a las 191 centrales de la CFE
El centro del debate generado por la iniciativa presidencial que propone un nuevo Sistema Eléctrico Nacional, gira en torno al interés público versus interés privado, cuyo objetivo es la ganancia y el lucro por encima de todo, como se puede apreciar a través de los distintos mecanismos que les ha permitido apropiarse del 62 por ciento del mercado nacional, marginando a la CFE que produce el 38 por ciento.
El actual régimen impide la libre competencia, obligando a las 191 centrales de la CFE, de las cuales 69 son de energías limpias, que operen solo al 55% de su capacidad; y a través del contrato legado que no toma en cuenta los costos totales de producción es relegado en el despacho, dando preferencia a las privadas a quienes a través de una oferta simulada se les paga el precio más alto.
Para la CFE, lo anterior representa una perdida equivalente a 119 Teravatio-hora (TWh), es decir, 215,4 mil millones de pesos anuales por no generar; y en contrapartida para atender a los 46.2 millones de usuarios, en 2020, tuvo que comprar electricidad por 223 mil millones de pesos.
Mientras que los privados gozan de esplendidas canonjías, en primer lugar, a través de las Subastas de Largo Plazo de energías limpias que generan el 4%, donde la CFE Suministro Básico, impedida para adquirir energía de las centrales de la propia CFE, está obligada a comprarles a precio fijo durante 20 años, para lo cual ha erogado 6,159 millones de pesos; en este lapso de tiempo las privadas recuperarán el 46.4% de su inversión, financiada por la banca de desarrollo nacional y Afores.
El segundo esquema son los Productores Independientes de Energía con 34 centrales producen el 31 por ciento; la CFE apalanca su inversión al estar obligado a comprarles energía por 25 años a un precio fijo superior al del mercado y al final se convierten en los propietarios; además, aunque no entregan el 100% de su generación la cobran integra y revenden los remanentes.
El tercer modelo, son las sociedades de autoabastecimiento, 239 centrales que producen el 12 por ciento, simulando a 77,767 grandes consumidores como socios clientes, acaparando de manera ilegal las dos terceras partes de los grandes consumidores, creando un mercado paralelo que atenta contra la libre competencia, defrauda al fisco, no pagan porteo y generan inestabilidad en el Sistema Eléctrico Nacional.
Por último, las centrales eléctricas construidas a raíz de la reforma de 2013, que generan el 15 por ciento y son despachadas de manera prioritaria por ser renovables y ciclos combinados.
En el caso de Iberdrola, sus 26 plantas aprovechan estos cuatro modelos para producir el 20 por ciento de energía y colocarse como grupo en la segunda posición generadora después de la CFE, quien le subsidia aproximadamente 900 millones de pesos al año por concepto de no pago de transmisión.
Manuel Rodríguez González
Diputado Federal
Presidente de la Comisión de Energía de la LXV Legislatura de la Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión