Paraderos
Una muestra de civilidad política, necesaria en tiempo de tensiones
La presencia de Javier May Rodríguez en el cuarto informe de labores del rector de la UJAT, Guillermo Narváez Osorio, causó asombro y revuelo. Nadie esperaba que el precandidato único de Morena fuera asistir al evento.
Sorprendió a todos verlo llegar al recinto universitario y ocupar un asiento en la primera fila reservada a invitados especiales. Se le pudo observar sonriente, relajado, cordial con todo aquel que se le acercaba para saludarlo. Más de uno se tomó la foto con el que ya consideran próximo gobernador de Tabasco.
Su asistencia fue en reciprocidad a la invitación que el rector le hizo llegar para que lo acompañara a ese magno suceso. Estuvo también como invitada la abanderada del PAN, Lorena Beaurregard, amiga del rector en funciones. A esta muestra de civilidad política se le ha querido dar distintas interpretaciones.
Una de ellas da por descontado que, al asistir al informe del rector, el senador con licencia avala en los hechos la reelección para un segundo periodo al frente de la UJAT. La gráfica en la que aparecen los dos, difundida profusamente, contribuyó a reforzar esta conjetura.
De inmediato se echaron las campanas al vuelo. No faltó quién dijera que Javier y Adán acordaron la reelección de Narváez Osorio, que por eso asistió a su cuarto informe de labores. Nada más lejos del comalcalquense que hacer pactos en la sombra y de cúpulas.
Lo cierto, lo evidente, es que May Rodríguez es respetuoso de la autonomía universitaria y dejará que transcurran los procesos internos. Corresponderá a los propios universitarios y, en su momento, a las autoridades pertinentes pedir cuentas claras.
Ayer, al conocerse la terna aprobada por el consejo universitario (Guillermo Narváez, Leticia Palomeque Cruz y Hugo Adrián Barjau Madriga), llamó la atención que no se incluyera a la doctora Carolina Martínez, quien había manifestado su interés. Son tiempos de transición.