LA OTRA MIRADA
Presidenta con A
El caricaturista Rafael Barajas, mejor conocido como "El Fisgón", en un programa en la televisión pública recordó una irónica frase de Carlos Monsiváis: "El tener muchos huevos es el único lenguaje de la grandeza", y esta expresión necesariamente provoca recordar que la entonces candidata de la Coalición Fuerza y Corazón por México (quien como una muestra de esa megalomanía que como ex candidata perdedora aún tiene y que en su momento la hizo verse a sí misma atiborrada de "grandeza" y autodefinirse como "xingona"), en medio de la controversia desatada durante la campaña presidencial por un posible plagio en el informe de experiencia laboral que presentó para obtener el título de ingeniera en computación por la UNAM, victimizandose declaró el 20 de septiembre de 2023 durante un mitin en Durango: "Ya han querido demoler mi casa, ya dijeron que no soy indígena, que no soy empresaria, que no vendí gelatinas. Ahora, que no soy ingeniera. Mañana van a decir que no soy mujer, porque huevos tengo y vaya que muchos. Síganle, estoy lista para 256 ataques más."
Este comportamiento de hacerse la víctima, pero con actitudes retadoras y de no mostrar miedo, de decir que es valiente y de reflejar que era fuerte y nada la doblega porque era una "roca" (afirmó que así le dicen en su casa), provocó suponer que además de reflejar aquel dicho de "dime qué presumes y te diré qué careces", también mostró que su manera de ser no representó una nueva forma de hacer política, una continuación de la masculinización del quehacer político que ha imperado a lo largo del tiempo, y por ello en una ocasión durante la campaña solicitó de manera retadora que le pusieran enfrente, pero sola, a Claudia Sheinbaum, lo que de inmediato provocó que algunos usuarios de las redes sociales reprodujeran una foto de Xóchitl Gálvez arriba de un ring portando una máscara de luchador y en actitud de atacar a su oponente.
Además, esta declaración de Xóchitl Gálvez hizo recordar lo que Mario Vargas Llosa (escritor derechista opositor a todo lo que huela a la 4T pero que en marzo de 2011 con mucho gusto recibió de manos del entonces presidente Felipe Calderón la condecoración de la Orden Mexicana del "Águila Azteca") escribió en sus memorias "El pez en el agua": "Hombrecitos disciplinados, corajudos, respetuosos de la autoridad y con los huevos bien puestos. Otra manera de ser un hombre cabal era tener muchos huevos".
Esta ancestral práctica masculinizada del quehacer político, hace algunos años orilló al internacionalista Juan María Alponte (también conocido como Hernando Pacheco y cuyo nombre real fue Enrique Ruiz García) a expresar que el ejercicio gubernamental se caracteriza porque en él predominan las razones de Estado por encima de razones de otra índole, incluyendo las de género, y anotando que sólo se referiría a la segunda mitad del siglo veinte puso como ejemplo las administraciones que tuvieron en sus países gobernantes como Margaret Thatcher en Inglaterra, Golda Meir en Israel, Indira Gandhi en India, Benazir Bhutto en Pakistán, y Violeta Barrios de Chamorro en Nicaragua, que no se distinguieron de otras administraciones encabezadas por hombres.
Y así era la situación que incluso Beatriz Paredes contendiente de Xóchitl Gálvez por la candidatura de dicha Coalición integrada por PAN, PRI y PRD, en su libro "Con la cabeza descubierta", aseveró: "En el trayecto de la historia, no ha habido un modo de ejercicio del poder precisamente femenino; es decir, cómo la condición individual no ha modificado el ejercicio que en su momento se hizo del poder, cuando se han dado las circunstancias de que una mujer haya estado en posiciones de mando".
Los anteriores párrafos es preciso tenerlos en la mente porque en la Mañanera del pasado viernes 10 del presente, a pregunta expresa de cuál es la diferencia entre su gobierno y los anteriores, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo sin dudarlo respondió: "Que soy mujer".
Esta declaración para muchas y muchos está llena de razón porque sintetizan el cambio de paradigma que durante los cien primeros días de su administración se dio en el ejercicio gubernamental y de la política. Aunque otras y otros, las y los menos, por misoginia, por odio, por complejo de superioridad, o por simple actitud opositora, afirman que eso no es cierto. Pero la sabiduría popular simplemente dice: Al tiempo, y es que, no se vaya a olvidar, es tiempo de mujeres. (Escritor)