La Nueva Jerusalén y el forastero (II)
EN LA PRIMERA PARTE EL AUTOR NOS ACERCÓ A SUS RECUERDOS DE CUANDO SIENDO NIÑO SE QUEDABA ABSORTO ANTE UN CUADRO QUE ERA UNA VIEJA REPRESENTACIÓN DE LA LLAMADA NUEVA JERUSALÉN
EN LA PRIMERA PARTE EL AUTOR NOS ACERCÓ A SUS RECUERDOS DE CUANDO SIENDO NIÑO SE QUEDABA ABSORTO ANTE UN CUADRO QUE ERA UNA VIEJA REPRESENTACIÓN DE LA LLAMADA NUEVA JERUSALÉN, Y EN EL QUE ALCANZABA A VER DOS COLUMNAS DE PERSONAS: QUIENES SE DIRGÍAN AL CIELO Y OTRAS AL INFIERNO. ESTA VISIÓN LA VINCULA A LA LECTURA DE UN LIBRO: “EL FORASTERO MISTERIOSO”, DE MARK TWAIN. ESTA ES LA CONTINUACIÓN DEL TEXTO.
EL CUADRO Y EL LIBRO
PERO MI ANGUSTIA crecía al ver que me gustaban las personas que iban por la fila equivocada y derechito al infierno. Yo tenía 8-9 años, y no alcanzaba a ver más de lo que miraba, el límite eran, como se dice, mis narices (mi nariz). Y lo que yo veía es que quienes tenían un rostro de alegría, con sonrisa y guiño de ojo incluido, eran las personas que marchaban gustosas por el camino del "mal", gitanos bailadores, mujeres de bonito cuerpo y faldas cortas, coloridas, payasos, músicos, travestis, sultanes, prestidigitadores, magos, faquires, jugadores de naipes, damas y catrines, etc. Había un arco por donde cruzaban, que significaba que no hay retorno y dicha fila la encabezaban reyes montados sobre dragones que echaban fuego y un diablo cuernudo rojo jalaba a dos mujeres cubiertas con sábanas de colores chillantes, como prostitutas, para arrojarlas al fuego eterno donde ya estaban otros, desnudos, de varias edades, consumiendo en el fuego.
LA OTRA FILA, la del ascenso, era donde iban personas con rostro beatífico, serias, con hábitos, parejas recién matrimoniadas, integrantes de los ejércitos de salvación, el clero con su ropa lujosa, y yo, sí, yo, los monaguillos con la casaca blanca y roja que yo usaba en las misas, y en la parte de mero delante iban santos vestidos de blanco, que llegaban hasta un Dios sentado en un mullido y lujoso trono rodeado por ángeles y arcángeles. En mi mente se armaba la confusión, la pena y culpa, porque mi cerebro era nido de ideas de felicidad coincidentes con los rostros de los que iban al infierno, pero mi alma se agitaba con el miedo de que fueran ideas equivocadas que me llevarían sin duda a estar en el fuego eterno del infierno. Ay, no. Afortunadamente en la escuela primaria y luego secundaria fui escuchando y leyendo sobre otras ideas que fueron conformando mi pensamiento, otras teorías, otras hipótesis, otra manera de ver la vida. La tierra es redonda y gira alrededor del sol. En la noche las estrellas en lo alto titilan. Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero...
CONTARÉ OTRO POCO del libro "El forastero misterioso". Peter era el nombre del cura bueno caído en desgracia y que estaba a punto de perder su casa hipotecada. Satanás niño les dice a los amigos (recordemos que estaban jugando en un camino) que se acerca el cura Peter. Ellos no lo ven aún. Entonces el niño Satanás les dice que se va y luego vuelve. Y pum, desaparece. Se acerca el cura humilde y desarrapado, y luego de saludarlos, les dice que ha perdido su cartera con algunas monedas que tiene, que si no la han visto. Y no, pues no la han visto. De pronto, como magia, miran todos la cartera perdida. El cura la toma y la siente pesada. Revisa al interior y tiene muchas monedas de oro. Pero como es cura honrado dice que esas no son de él, y no las quiere agarrar. Al fin lo convencen que las tome, que ellos son testigos que no las robó. Y con eso le da para pagar al usurero la hipoteca y salvar su casa y comer bien. El oro en su bolso es obra buena del muchacho Satán.
MIS PADRES MURIERON, ella, Leonor, en 2001, él, Don Jaun, en 2016. Tuvieron muerte en buena edad, sin llegar a las dificultades penosas de la vejez, cuando te tienen que alimentar porque no puedes, te tienen que lavar porque tampoco puedes. En resumen: dependes de los demás para seguir viviendo ya sin existir, cuando se ha dejado de ser la persona que se era, y quedan solo restos con corazón aún palpitante. Si ese cuadro del que hablo, que gobernó mi casa desde mi infancia, es cierto, mis padres van en la primera fila, la que asciende. Y si no existe todo lo que en ese cuadro plantea (porque las lecturas me han hecho no solo dudar, sino afirmar que fue una ilustración pedagógica de la iglesia para que los analfabetos pudieran entender que se deberían portar bien para ir al cielo, y no disfrutar la vida única y fugaz, desperdiciando el tiempo en música, risas, fiestas, alegría), digo si no existe, yo vengo en la otra fila, convencido que el infierno lo hace quien odia, quien roba, quien explota el trabajo del hombre, quien miente contumaz y traiciona sin más, como una forma de vida.
ESTA LEYENDA en versos tenía el cuadro que aludo en la parte de abajo, y era lo que más me preocupaba en mi despertar a la vida: "Carga, oh, mortal, la cruz del sacrificio/ Sígueme en el camino de la gracia/ que yo conduzco al cielo, aquel que el vicio/ juró odiar y evitar con fé y constancia/. Mas el que por sendero ancho camina/ e infeliz e insensato en su ignorancia/ gozar sin trabas piensa y determina/ pagará en el infierno tal audacia."
Y LA VERDAD QUE YO quería vivir y gozar. Y más interés -en la más mísera pobreza- le puse a la lectura de libros primero de los gratuitos de la escuela. Y luego a leer de libros. (Fin)