La delincuencia y el oscurantismo en campaña.

La delincuencia inmiscuida en la política del país es una nefasta realidad que se ha puesto en marcha y  en franca sincronía, gobiernos extranjeros y cobardes "mexicanos" vendidos a los intereses del gran capital, no escatiman esfuerzos, recurso y medios a su alcance en el afán de ultrajar al pueblo de México. Es una manera de querer rehacerse del poder y continuar sus desmanes con las riquezas de la nación.

Desde la llegada al poder del licenciado Andrés Manuel López Obrador, México ha venido padeciendo una campaña de desestabilización para sembrar dudas en la sociedad mexicana. Buscan alterar los niveles de aceptación que tiene la mayoría del pueblo con su gobierno; que aquellos que flaqueen sin convicción se vean envueltos en la incertidumbre, el desconcierto, se rindan ante falsedades. Así ocurrió hace poco en Argentina, donde cansados por la corrupción, fueron envueltos en el mendaz  discurso de Javier Milei. Ahora pagan las consecuencias sometidos a la peor marginación de la que hemos tenido memoria en toda América Latina.

El modelo económico, político y social que ha puesto en marcha AMLO en nuestro país, es muy sencillo. Consiste en que el estado y no los particulares, mantengan el control de los sectores estratégicos como son los energéticos, para garantizar la autosuficiencia de los combustibles y energía a la población con precios accesibles; así como la recuperación de los minerales, puertos, aeropuertos, vías de comunicación, aguas nacionales en manos de particulares, playas y otros  sectores. Que sean para beneficios del pueblo, no sean recursos explotados como negocios de empresas trasnacionales, donde solo se favorecen particulares en contubernio con políticos sin patria.

La independencia política, económica y de apoyos sociales, son puntos destacados del proyecto de la Cuarta Transformación, mismos que continuarán en marcha con la candidata de Morena, Claudia Sheinbaum, ya incluidos dentro de los cien puntos dados a conocer en el discurso de arranque en el zócalo de la ciudad de México.

La campaña en marcha de Xóchilt Gálvez con un discurso de miedo, es una estrategia de engaños que buscan someter a los electores. Es una plegaria de control político, apelar al miedo es un discurso perverso al que el PRI, PAN y extranjeros ya han acudido en otras ocasiones. Esta estrategia es sostenida con una campaña de bots y memes atacando a la doctora Sheinbaum y al Presidente. Mensajes con calumnias encubiertas en entrevistas y mensajes de opinión en programas de quienes son financiados por intereses particulares. Así quieren convencer a grandes masas de mexicanos.

¡Cuidado! El pacto de sangre que Xóchilt Gálvez hizo frente a las cámaras ante millones de mexicanos, no es una promesa de trabajo para con la sociedad. Me parece que es un compromisos con fuerzas oscuras que buscan infundir miedo a los mexicanos. Son una muestra de su desesperación ante la incapacidad para convencer a los electores, a los que ahora promete redoblar los programas que va dando a conocer la doctora Claudia, no sin antes, ya haberlos reprobados. ¿Y los recursos para tanta ocurrencia?