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Conductas parasuicidas

La conducta parasuicida es un tema de gran importancia en la salud mental, ya que puede indicar un fuerte malestar emocional en una persona que no ha encontrado otra forma de expresarlo. Se trata de un comportamiento autodestructivo que tiene la intención de causar daño a uno mismo, pero no con el objetivo de acabar con la vida. Las conductas parasuicidas son situaciones donde la persona intenta manipular, llamar la atención, generarse de ser posible lesiones que de alguna manera sea controladas, sin llegar a causarle la muerte. Este término fue promovido por Kreitman en 1969 para destacar supuestas conductas aparentemente suicidas que no buscan la muerte, sino que se le brinde ayuda.

El dato fundamental para diferenciarlo del fenómeno suicida es la ausencia de ideación o intencionalidad suicida, es decir, en estas acciones parasuicidas, la persona no pretende quitarse la vida. Así, sostienen conductas altamente riesgosas y temerarias como manejar vehículos a alta velocidad o en estado de intoxicación, aventurarse en terrenos escarpados, deportes extremos, peleas, etc.

¿Cómo identificar una conducta parasuicida?

En muchas ocasiones, las personas que presentan este tipo de conducta lo hacen en secreto, por lo que puede resultar difícil detectarla. Sin embargo, hay algunas señales que pueden indicar que alguien está atravesando un momento difícil y necesita ayuda:

Cortes o quemaduras en la piel

Lesiones autoinfligidas

Comportamiento impulsivo o arriesgado

Cambios bruscos de humor

Aislamiento social

Comentarios sobre la muerte, el suicidio o el sentirse atrapado

Consumo de drogas o alcohol

La conducta parasuicida es síntoma de un problema más profundo y por lo tanto necesita ser abordada de forma integral. La atención psicológica puede ayudar a la persona a identificar la raíz del problema y a desarrollar habilidades de afrontamiento para manejar sus emociones de manera más efectiva. También es importante que la persona tenga una red de apoyo que le permita sentirse escuchada y acompañada en su proceso de recuperación. Los amigos y familiares pueden desempeñar un papel importante al brindar su apoyo emocional y alentar a la persona a buscar ayuda profesional. En muchas ocasiones el tratamiento médico también es imprescindible

Aunque no siempre es posible prevenir la conducta parasuicida, hay algunas cosas que se pueden hacer para reducir el riesgo:

Promover un ambiente seguro y de confianza donde la persona sienta que puede hablar sobre sus problemas

Fomentar el cuidado de la salud mental

Educarse sobre los factores de riesgo y las señales de alerta

Buscar ayuda de un profesional de la salud mental si se siente abrumado o estresado

Recordemos que la conducta parasuicida es un grito de ayuda en silencio, y que prestar atención a las señales de alerta y buscar ayuda a tiempo pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte. (*Paidopsiquiatra)