Itinerarios

¿Qué se creen?

Me temo que, al aprovechar ese puente de plata que la misma reforma judicial de la que están en contra les tendió y presentar sus renuncias, esas y esos ocho ministros de la SCJN pretenden mucho más que garantizar sus "haberes de retiro" e irse con los bolsillos llenos con un "montón de dinero" del pueblo.

No es la suya la inmolación heroica de mujeres y hombres fieles a convicciones y principios democráticos, es una simple operación política-financiera, un vulgar intercambio comercial propio de quienes hicieron de la justicia una vil mercancía y solo están interesados en preservar, a cualquier costo, sus privilegios.

Su verdadero propósito es crear una crisis institucional de gran calado. Presentarse como mártires ante el mundo y propiciar así acciones de rechazo o incluso de abierta intervención de potencias extranjeras en los asuntos de nuestro país.

Como la oposición conservadora —a la que han servido hasta la ignominia—, no solo quieren frenar la reforma, pretenden incluso, si les es posible, defenestrar a Claudia Sheinbaum. Necesitan, para prevalecer, que el país y sus instituciones se vengan abajo.

A pie juntillas, han seguido las y los ministros el guion que, en aquella cena celebrada en plena campaña electoral, acordaron con el presidente del PRI, Alito Moreno, y el coordinador de la campaña electoral de la candidata conservadora, Santiago Creel.

Lo que en las urnas fueron incapaces de conseguir los partidos políticos de la derecha quieren ahora conquistarlo, este puñado de ministras y ministros, a punta de recursos judiciales notoriamente improcedentes.

Se arroga la SCJN facultades que no le corresponden y al hacerlo viola la Constitución. Al panteón de la infamia nacional, junto a Salinas de Gortari, Felipe Calderón y tantos otros habrán de pasar por traicionar al pueblo de México.

¿Qué se creen estos ocho?

¿La última línea de defensa de una civilización, como dicen algunos? ¿El último bastión de la democracia, como piensan otros?

Mercenarios de una oligarquía rapaz y rabiosa, siervos de opositores a los cuales hacen el trabajo sucio, solo eso son. Como aquellos que contra la Constitución y la voluntad de las mayorías libre y limpiamente expresada en las urnas intentaron alzarse les juzgará con severidad la historia.