Héroes o… ¿Villanos?

En algún sitio de México hace un año por estas fechas ocupaba a un equipo compacto concluir a detalle el rompecabezas de la que sería la agenda nacional y mundial de este 2020; con el rigor de cifras y datos duros que en el análisis pertinente aportan a toma de decisiones trascendentales  en la vida sociopolítica y económica. Absolutamente todo lo prospectado quedó en el papel con la irrupción del SARS-CoV-2 que ya había brotado con consecuencia letal; Sin embargo, China en su arrogancia de poderío se abstuvo de informar sobre el covid19.

 El brote epidémico emergido en Wuhan, China tiene aún en general al mundo hincado habiendo robado la normalidad sus estilos de vida, convertido en una pandemia que alcanzó a todos los países, sumidos unos más que otros en una catástrofe de incalculable estimación en infectados y muertes, pero igual trastocó el orden de la transversalidad económica y política, al grado de la parálisis.

Una crisis que ha sido politizada por todos los gobernantes, que recaló a Italia y España con focos de alarma, obligó sin mayor interés que el ego a implementar las medidas extremas de suspender toda la cadena de valor, además de toda otras actividad colateral no esenciales vinculantes al desarrollo humano; excepto hospitales, farmacias, funerarias, supermercados y gasolineras.

Una decisión de Estado que en México como y en el orbe donde no hubo la sensibilidad ni la sensatez para implementar un plan estratégico para financiar la crisis social; aún menos de aquellos que viven al día en su actividad laboral informal.

Un discurso contrastante en que los gobernantes de las naciones que convocaban al colectivo social para que asumieran las medidas emergentes internacionales de sana distancia, aislamiento a hogares, el aseo de la manos con jabón o gel anti bacteria, además del uso de la mascarilla t careta; aunque ellos en la excepción se abstuviesen siquiera de usar la mascarilla. Un asunto descaradamente político.  

Irresponsable China que en vez de reportar la advertencia del médico que descubrió el covid19 se le castigó conforme a sus cánones de tiranía comunista, con el pecado de de no encender el foco rojo de la alerta y de inmediato dar parte a la Organización Mundial de la Salud.

La potencia económica asiática mundial que per sé en el tiempo perdido provocó la mayor de las crisis sanitarias, con un inconmensurable duelo por tanta letalidad que poco o ninguna prioridad tuvo para a las naciones preponderantemente populistas, dominantes y las emergentes. Pero que en su caso a estas fechas fue el único país que logró sostener su Producto Interno Bruto en números positivos.

El resto de las potencias vieron canceladas inversiones, pérdidas de empleos y nula balanza comercial, sin olvidar la pérdida de empleos. Un panorama desolador que empobreció a los más miserables.

En México la crisis en todos los órdenes se acentuó ante un decrecimiento en su economía, que de no lograr en el año anterior sostener el promedio de dos puntos del PIB hará imposible la meta de cuatro por ciento. El sector de pobres habría aumentado entre 6 y 10 millones de habitantes, datos del Consejo Nacional de Evaluación del Desarrollo Social. 

En la pandemia presidentes, primeros ministros, jeques y dictaduras hallaron un instrumento de politización, empeñados en obtener el mayor provecho posible ante una lamentable situación que no tiene calificativo para dimensionar la mezquindad de su ambición en afán de mostrarse con el poderío político y económico, pero además desató una desenfrenada carrera por desarrollar una vacuna que diese pronto el resultado del blindaje inmune a una prostituida humanidad que abonase al despropósito inhumano.

Entre los aproximados 200 ensayos consignados para desarrollar vacunas contra el virus SARS-CoV-2, Rusa dio el golpe mediático internacional de la suya a la que presentó como “Sputnik V”, un nombre que ligado al ámbito espacial no le hizo gracia alguna a Estados Unidos. Vladimir Putin pretendió mostrarle al mundo su poderío igual en la ciencia médica por sobre su adversario en el monopolio en la puja por el control de un planeta que está a nada de desaparecer, por razones de un consecuente calentamiento global que le fragmenta.

Donald Trump aprovechó sin éxito la coyuntura para reelegirse en las votaciones presidenciales de los Estados Unidos de América, comprometiendo a sus laboratorios científicos a desarrollar una vacuna antes del tres de noviembre anterior, fecha de los comicios en el que la ciudadanía por el contrario le repudió al optar por el demócrata Joe Biden.

En el choque de egos se infectaron presidentes populistas como el británico Boris Johnson, a nada de perder la vida, Jair Bolsonaro en Brasil, y hasta el propio Trump de quien se puso en tela de juicio que fuese realidad, dado que en cuestión de días regresó a la Casa Blanca y a las campañas, precedido igual del mayor lastre que la heredado a su nación ante su bravucona incompetencia, sin oficio para el liderazgo de la todavía principal potencia mundial.

 Ahora que las vacunas de Pfizer y Moderna, ambas estadounidenses recibieron el visto bueno ya se empezaron a dispersar por el mundo, con la oportunista campaña mediática de la gratuidad en algunos países cuando en realidad se compra con los impuestos de todos.

Bitácora

En palabras del ideólogo Jesús Reyes Heroles: “La política como la poesía es limpia y pura, no la manchan ni los malos políticos y ni los malos poetas”… El Proceso Electoral y el voto que ocupa a mexicanos igual es limpio y es ciudadano, aunque lo intenten empañar los partidos.  

eduhdez@yahoo.com