No volverá a escucharse el ominoso "ya supérenlo" con el que -el 4 de diciembre de 2014- el entonces presidente Enrique Peña Nieto, decidido a dar carpetazo al caso Ayotzinapa, trató de amainar la oleada de indignación que recorría la nación.

No se recurrirá tampoco al recurso cínico de criminalizar a las víctimas como lo hizo en el 2010 Felipe Calderón, de gira en Japón, cuando fue informado de la masacre de Villas de Salvárcar, en Chihuahua donde 15 jóvenes fueron asesinados por el narco y otros 10 resultaron heridos.

Con el tristemente célebre "en algo andarían", equivalente en tiempos de Calderón del "mátelos en caliente" de Porfirio Díaz, intentó el usurpador que esos jóvenes pasaran a engrosar, sin más investigación de por medio, la lista de "bajas colaterales" de su cruzada.

Tampoco veremos montajes como los que solían hacer Carlos Loret y Genaro García Luna con los que se construyó la leyenda del "súper policía" y se abrió la puerta de la residencia presidencial de Los Pinos al crimen organizado.

No habrá en el caso del Rancho Izaguirre nada de eso.

Tampoco una "verdad histórica" acordada con los medios y la comentocracia para permitirle al gobierno eludir responsabilidades, encubrir a los criminales, facilitarles su tarea y consumar la desaparición de los 43.

Menos todavía se negociará un "pacto de silencio" como el que acordaron dueños de medios, concesionarios y presentadores de radio y TV con Felipe Calderón para que la matanza pudiera continuar.

Se equivocan Loret, López Dóriga, Brozo, Riva Palacio, Pascal, De Mauleon y esos otros que -montándose en una causa que nunca han defendido- impulsan esta nueva ofensiva de guerra sucia. No será Teuchitlán el Ayotzinapa de la 4ª transformación.

Y es que no se celebraron ni en el 18, ni en el 24 solo unas elecciones más; se produjo un cambio de régimen. Con sus votos el pueblo expulsó a corruptos y criminales -afectos a pactos y montajes- de Palacio. Un movimiento humanista, comprometido desde sus inicios con las víctimas, tomó el poder.

Del pueblo viene Claudia Sheinbaum Pardo y al pueblo ha de responder. Por eso ya hay detenidos, por eso no cesarán ni las investigaciones ni las capturas hasta llevar ante un juez a los perpetradores y a sus cómplices.

Por eso, y sobre todas las cosas, se dirá a los colectivos de búsqueda y a la nación toda la verdad y se hará justicia.

@epigmenioibarra