Felipe Carrillo Puerto, El Lider Socialista

Felipe Carrillo Puerto, el “Apóstol Rojo de los Mayas”, declarado “Benemérito de Yucatán” y su hermana Elvia Carrillo Puerto, conocida como “La Monja Roja del Mayab”, nacieron con las alas del faisán, que da origen a su natal Motul, para volar con humanismo en las alturas  y traspasar las puertas de bronce de la historia, grabando sus nombres para ejemplo de las futuras generaciones.

Elvia Carrillo Puerto, luchadora social por los derechos de la mujer, sufragista, hoy olvidada por la féminas, con la bandera de “lo no prohibido está permitido” logró ser votada y reconocida como la primera diputada en México en 1923. Mantuvo esta lucha hasta  cuando se elevó a rango constitucional este derecho al voto femenino .

Felipe Carrillo Puerto, luchador social defensor y promotor  de los indígenas mayas, como también con las armas al lado de Emiliano Zapata, diputado local  y federal, y finalmente Gobernador de Yucatán , fundador  del Partido Socialista Obrero que después transformó en el Partido Socialista del Sureste.

Asumió la redención y defensa de los indígenas mayas esclavizados, enfrentando a los grandes hacendados. Tradujo al maya la Constitución Federal y la difundió entre los campesinos para que conocieran y ejercieran sus derechos.

Participó activamente en Comisiones agrarias  y reparto de tierras lo mismo en Cuautla Morelos al lado de Zapata, que en Yucatán al lado del General Salvador Alvarado e inició la sindicalización obrera en Yucatán, creando las Ligas de Resistencia que fueron modelo en el sureste.

Como Gobernador, su primer discurso  al rendir protesta y en presencia de un enviado de Vladimir Lenin lo pronunció en lengua maya. Organizó el reparto de tierras y la sindicalización  de ejidos, estableció la educación racionalista, creó la Universidad del Sureste, hoy Universidad Autónoma de Yucatán. En su primer año estableció 417 nuevas escuelas,  fundando además la  Escuela Vocacional de Artes y Oficios y la Academia de la Lengua Maya.

Creó cooperativas de producción y consumo, fijó el salario mínimo y legisló sobre el trabajo y previsión social, sobre el inquilinato, sobre el divorcio, la expropiación, la igualdad jurídica entre el hombre y la mujer ante la ley.

Un pasaje romántico de Carrillo Puerto fue su enamoramiento de la periodista norteamericana Alma Reed, corresponsal del New York Times y el consecuente encargo al poeta Luis Rosado Vega y al compositor Ricardo Palmerín de la melodía “Peregrina” que habla del mismo.

La soldadesca, financiada por los hacendados de la “casta divina”, se levantó en armas en la asonada delahuertista, y aprehendieron a Felipe y a su gabinete. En un juicio militar sumarísimo fueron condenados a muerte y asesinados en el panteón civil de Mérida el 3 de enero de 1924. 

Pero la reacción, los conservadores, tienen otro pensamiento distinto al humanista de  “los abrazos”. Felipe Carrillo Puerto no solo fue vilmente asesinado en un magnicidio,  con él asesinaron también a tres de sus hermanos, Wilfrido, Edesio y Benjamín, y de milagro no acabaron con toda su familia.

En su monumento en el Paseo Montejo de Mérida, se lee: “Al apóstol y mártir Felipe Carrillo Puerto”. Las féminas debieran hacer algo similar con la olvidada Elvia Carrillo Puerto.