Escribir, entre todos, el mismo libro
Algunos hombres y mujeres tuvimos la fortuna de convivir estrechamente con doña Julieta Campos durante su estancia tabasqueña;
Algunos hombres y mujeres tuvimos la fortuna de convivir estrechamente con doña Julieta Campos durante su estancia tabasqueña; colaboramos con ella y con don Enrique González Pedrero durante ese periodo, de 1983 a 1987, que, sin lugar a dudas, fue fundamental en la historia de nuestra entidad.
Aquellos años de la década de los ochenta del pasado siglo XX fueron decisivos para el estado y el país por el empeño convertido en acciones para mejorar el nivel de vida de quienes habitamos estas tierras del trópico húmedo.
En aquellos tiempos idos fuimos el ejemplo de lo que podían ser los tiempos por venir.
Desde entonces sabíamos que en doña Julieta habitaba un impetuoso río cristalino de dos vertientes: la del quehacer político y social comprometido con los «condenados de la tierra»; y la otra vertiente, igual de caudalosa y vital: la de su quehacer literario, nunca interrumpido, compuesto por libros de crónica, de ensayo, novelas, teatro y literatura para niños y jóvenes, sin olvidar su impecable labor en la traducción, esa otra forma de hacer literatura.
En esta cuidadosa selección de partes de un todo (*), la obra de doña Julieta nos recuerda que «todos escribimos un libro idéntico», y que se necesitan tantos libros porque es menester contar una sola historia.
La única historia que cuentan los escritores de todos los tiempos y todos los lugares, es la historia ininterrumpida de los seres humanos con sus múltiples variantes, sobre todo cuando descubrimos que la realidad de la fantasía, muchas veces, puede sustituir a la realidad de las cosas tangibles, porque media entre la realidad y la fantasía la mirada del lector que se deja atrapar por la lógica del texto.
Hoy, estos fragmentos literarios navegan los turbulentos océanos de la palabra para encontrar su lugar de origen: los lectores agradecidos: los de antes, los de ahora y los que vendrán. (Villahermosa, Tabasco, 29 de abril de 2024. Escrito para la edición de "Julieta Campos. El agua es la memoria que se aclara", selección de textos realizada por Casalia Ediciones con motivo del aniversario 92 del nacimiento de Julieta Campos, fallecida en septiembre de 2007)