El futuro de la prensa: contexto, convergencia, Relación con el poder, verdad, autonomía y claridad (II)
PASAMOS LAS TRES FALTANTES
SEGUNDA Y ÚLTIMA
EN LA PRIMERA PARTE DE SU COLABORACIÓN, PABLO DEL ÁNGEL, QUIEN FUERA DESTACADO COLUMNISTA DE DIARIO PRESENTE, REFIRIÓ “A LA MANERA DE ÍTALO CALVINO” (“SEIS PROPUESTAS PARA EL PRÓXIMO MILENIO”, DE LA LITERATURA) SEIS SUGERENCIAS SOBRE EL FUTURO DE LA PRENSA, “CON UN INGREDIENTE ESENCIAL: LA OBSTINACIÓN POR LOS HECHOS”. MENCIONÓ AL PERIODISMO DE INVESTIGACIÓN COMO “EL CONTEXTO DE LO INMEDIATO”; LA SEGUNDA SUGERENCIA, TECNOLÓGICA EN LA CONVERGENCIA MEDIÁTICA: LA TERCERA “VIGILAR EL EJERCICIO DEL PODER” DESDE “UNA POSTURA PERIODÍSTICA EQUILIBRADA”.
PASAMOS LAS TRES FALTANTES, PROPUESTAS POR NUESTRO COLEGA.
VERDAD RENTABLE
La cuarta sugerencia es un recordatorio, porque otros abrieron brecha: hacer de los hechos y de la veracidad un negocio rentable y de utilidad social. En lugar del periodismo obsequioso (“la verdad se oculta”) buscar la ruptura inteligente del periodista obstinado por los hechos: “la verdad vende”. La aventura de Julio Scherer con su equipo, emboscados por el poder en Excélsior (1967-1976) y resucitados en Proceso (1977-2015), marcó la historia contemporánea del periodismo nacional. Se pudo hacer de la veracidad un componente comercial.
Hoy es curioso lo que sucede con Julio Hernández Astillero en su sitio de Youtube: lo desmonetizan con frecuencia (le quitan ingresos) por “comentarios que violan las políticas editoriales de la plataforma”. Julio Astillero explica que nunca le han dado a conocer esas políticas editoriales, y él se queja porque otros sitios de noticias en Youtube tienen “más especulaciones, imprudencias, groserías y rumores”, y no los desmonetizan. En Youtube, y otras redes virtuales de información, la verdad debería ser rentable –no el escándalo, no la censura anónima, no la opinión sin fundamentos.
AUTONOMÍA
Quinta sugerencia, de corte ético: mantener la autonomía al eludir regalos, componendas y otras tentaciones. El poder busca, halaga y trata de quemar. En varias ocasiones, incluso don Julio Scherer recibió obsequios caros. Él mismo (autocrítica y mea culpa) confesó esos regalos en sus libros: una docena de sedosas guayaberas con sus iniciales y mancuernillas de oro, cortesía de Gustavo Díaz Ordaz; una camioneta (que finalmente devolvió) cortesía de Carlos Hank González; un equipo completo de uniformes, bates, guantes, pelotas, para él y redactores, articulistas y reporteros que jugaban beis en sus ratos libres, cortesía del gobierno del DF; cenas suntuosas con Carlos Salinas; apoyo médico de primera calidad, cortesía de Luis Echeverría. Se sabe -por hechos públicos- que nada hizo mella en su labor periodística. La ética de Scherer seguramente tuvo otras tentaciones para abandonar el periodismo obstinado. Le ayudó que no era ‘lobo solitario’, como Manuel Buendía que murió ejecutado en la vía pública. El sello de equipo quizás salvó a Scherer de atentados y lo protegió del descarrilamiento ético. Si no se tiene equipo de trabajo: ¿Por qué acercarse al fuego del poder y pensar que no habrá incendio?
CLARIDAD
Sexta sugerencia: claridad y sencillez en el estilo. Los grandes del periodismo, incluso quienes habitan terrenos literarios en sus textos, son transparentes en la sintaxis: la estructura/composición de oraciones y párrafos. El periodista Víctor Sámano (compañero de ruta) decía en la mesa de trabajo que “el primer compromiso del periodista es con la sintaxis”. Lleva razón, más allá de ideologías y preferencias culturales y políticas (que es legítimo tener, en tanto ciudadanos). Quien quiera verificarlo acérquese a libros del polaco Riszard Kapuszinski, el alemán Günther Wallraff, el norteamericano Guy Talese o el mexicano Scherer. Prosa que deslumbra por su brevedad y exactitud en la descripción de detalles y atmósferas. “Tener ojos en la yema de los dedos y querer observar todo” (Elías Canetti), es el periodismo que vale la pena. Si eres periodista o quieres ejercer como tal, hay que leer a los grandes periodistas, obstinados con los hechos que describen y recrean. El futuro comienza al revisar el pasado desde el presente.