El Charro de Huentitán

Su silencio es tan bello como sus interpretaciones

Me resisto a creer que dejó de cumplirle a su pueblo con su emblemática  frase: “Mientras ustedes no dejen de aplaudir, Chente no dejará de cantar”.

Hoy ya no está entre nosotros. Su nueva vida es estar dentro de nosotros y su silencio no es ausencia, ni distancia, ni mucho menos olvido.

Su silencio es tan bello como sus interpretaciones.

Chente sigue vivo. Ahora en el sitio de los Grandes junto a sus iguales Jorge Negrete, Pedro Infante, Miguel Aceves Mejía, Lola Beltrán, Chavela, Amalia Mendoza y muchos, y muchas más.

El panteón de los inolvidables, de los aún necesarios en la época en que la Identidad Mexicana es la fuente del espíritu de lucha por un país mejor.

Sí, México lo llora, pero no está sólo. Permítanos compartir tu, nuestro dolor.

Cuando un pueblo valiente, lindo y querido llora la pérdida de un hijo, en su vientre se están gestando muchos hijos, muchos “Chentes” para su perpetuidad.

Hoy los mariachis lloran junto a su pueblo y mucha gente en el mundo.