Una reforma educativa de cambio social

La educación superior debe preparar a las personas con una visión clara de su desarrollo personal y profesional.

La planificación siempre en lo inmediato y a futuro, así como una perspectiva definida del desarrollo personal/profesional debieran ser objetivo primordial de cada persona, y particularmente de quienes están en las aulas de cualquier Institución Educativa de nivel superior.


Los principales intereses de los estudiantes idealmente deberían incluir -en términos generales- todos los aspectos relacionados con la realidad del país, y, -en lo particular- de la localidad en la que viven, así como de las necesidades más apremiantes en materia de salud, educación, seguridad, infraestructura, desarrollo de las ciudades y regiones, identificando las fortalezas de esos espacios geográficos y creando e impulsando proyectos que consistentemente estén intencionalmente dirigidos a transformar las realidades existentes en aquellas que queremos ver.


Estos intereses también deben estar alineados con las tendencias de empleabilidad que vemos fuera de México, particularmente en nuestros vecinos del norte, con quien nos une un Tratado de Libre Comercio desde al menos 30 años y del que -como país- deberíamos poder beneficiarnos aún más.


No obstante que, estando al sur del país, donde aparentemente los cambios globales -creemos ingenuamente- “no nos afectan” la realidad es que las decisiones políticas, económicas y sociales tomadas en altas esferas sí pueden tener repercusiones significativas e inesperadas en distintas regiones que parecerían estar lejos del origen de esas decisiones, de ahí la importancia de buscar decididamente el desarrollo de los sectores que históricamente han mantenido al Estado no solo produciendo, sino generando mayores posibilidades de crecimiento.


El mundo de las ideas es etéreo, pero tiene el gran potencial de aterrizar las ideas a papel combinado con el estudio concienzudo de todos los aspectos que rodean al tema particular y dar como resultado proyectos que pueden encontrar viabilidad en manos de emprendedores con apoyo de Gobiernos locales. El asunto es ¿Cuántos de nuestros alumnos hoy en educación media superior y superior están dando forma a sus ideas, desarrollándolas en proyectos y estudiando su viabilidad para su posible ejecución?


Ningún Gobierno per se puede hacer todo lo que se necesita hacer para que una Ciudad, Estado, región o país prospere, no es buena idea colocar la totalidad de las esperanzas de cambio, crecimiento y desarrollo sostenido, en los buenos oficios de quienes gobiernan, es indispensable abandonar esa idea de la responsabilidad única de los gobiernos -cualquiera que estos sean-; es necesario generar proyectos desde las aulas, someterlos a la realidad y observar su viabilidad; sin embargo, eso no sucede por sí solo, se gesta en las Universidades e Institutos de Educación Superior, en ambos sectores, público y privado, pero -hay que decirlo- especialmente en Universidades y Subsistemas del Sector Público que operan con recursos públicos y de los que poco o casi nada sabemos de resultados que signifiquen desarrollo, crecimiento o generación de nueva industria para el Estado, al menos de manera potencial. Por el contrario, sí es sabido de iniciativas y proyectos que inician bien, pero en el camino se degradan hasta perderse e irse por el caño de la corrupción. Es como encargar al lobo que cuide el gallinero, literal.


Hemos recordado en notas anteriores que un 23 de abril de 2018 el diario El País, publicó parte de un trabajo periodístico de investigación denominado La estafa maestra, un fraude por al menos 420 millones de dólares (7760 millones de pesos de aquel momento) que involucró a 11 dependencias del sector público mexicano, 8 universidades públicas y más de 50 funcionarios públicos, ninguno de ellos con responsabilidad penal probada que los haya llevado a enfrentar un proceso.


De esas 8 universidades públicas 5 están aquí en Tabasco: la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco; Universidad Popular de la Chontalpa; Universidad Politécnica del Golfo de México; Instituto Tecnológico Superior de Comalcalco; y, la Universidad Tecnológica de Tabasco. ¿Cómo puede ser posible un escenario real de cambio en instituciones de educación pública nivel superior con antecedentes como estos?


La educación como sistema ha sido históricamente instrumento del Estado diseñado para preparar a la población; en el marco curricular común se establecen los aprendizajes mínimos, comunes y diversos para desarrollar una base de conocimientos y habilidades que le permita al estudiante aprender a aprender en toda su vida, eso forma parte de lo que se pretende con una formación integral, como lo conceptualiza la presidenta electa, Dra. Claudia Sheinbaum Pardo, en su Proyecto preliminar denominado 100 Pasos para la Transformación 2024-2030.


EL PROGRESO EN LA MIRA


En busca de la utopía: Un siglo de reformas de las escuelas públicas. Es una investigación escrita por David Tyack y Larry Cuban en la que dan cuenta de la historia y evolución de las reformas educativas en los Estados Unidos de Norteamérica; la pretensión de progreso con base en las necesidades individuales y de contexto de sus grupos sociales ha sido uno de los enfoques en las reformas emprendidas por ese país; la equidad e igualdad de oportunidades en respuesta a movimientos sociales, también lo fue; pero lo que describen como principales desafíos llama mucho la atención: 1) resistencia al cambio, por distintos factores, uno de ellos el apego a las prácticas tradicionales y la falta de recursos para la implementación de los cambios; y, 2) que muchos de esos cambios propuestos se diluían en su implementación debido a la existencia de estructuras burocráticas que inhiben la adopción efectiva de los cambios que trae la reforma.


Es claro que la reforma educativa reciente en México, pretende sentar bases para un cambio significativo en el mediano y largo plazo en la visión que los ciudadanos tienen de progreso y cambio social, y cada Estado tiene la responsabilidad de que así suceda. (Investigador y docente universitario)