Destapando cloacas
Después de ver y escuchar a Alejandro Encinas, Subsecretario de Gobernación
Después de ver y escuchar a Alejandro Encinas, Subsecretario de Gobernación, ofreciendo un primer informe de conclusiones de la investigación de la Comisión de la Verdad sobre los hechos de Ayotzinapa, me vino la reflexión de la cantidad de entuertos que se han tenido que deshacer en lo que va de la presente administración gubernamental. No era una cloaca por destapar, sino toda una red de corrupción y rapiña que infestaba al país entero. La escalera por barrer ha resultado enorme, tanto de ancho como de largo, y las escobas pocas y destartaladas; algunas, como la del Poder Judicial, ancha y onerosa, barren para arriba entorpeciendo la impostergable labor de limpieza. La oposición conservadora y la prensa a su servicio, se empeña en mantener y engrosar la basura por barrer, retaca las cloacas por destapar.
En la Conferencia Matutina, el Presidente reveló que el conjunto de medidas contra la corrupción y por la austeridad republicana ha producido cerca de dos billones de pesos de ahorro en el presupuesto público, lo que ha permitido financiar los programas de bienestar social y las obras de infraestructura, sin endeudar al país y sin aumentar impuestos. Bueno, quiere decir que se ha podido avanzar en el barrido de esa enorme escalera y en el destapado de la gran cloaca, no sin la estridencia del enojo opositor.
La derecha no perdona la cancelación de la infausta construcción del aeropuerto en Texcoco; aplicó todas las marrullerías imaginables para estorbar la obra en Santa Lucía, obra terminada y en operación, aunque sometida al complot de intereses nefastos que, pronto, se verán obligadas a utilizarlo y reconocer su grandeza.
Menos combatida, salvo por la prensa tradicional, la refinería de Dos Bocas terminó en tiempo y forma su fase de construcción y se encuentra en proceso venturoso de puesta en plena operación. El Tren Maya y sus derivaciones ferroviarias ha merecido el entusiasta respaldo de las poblaciones por las que transcurre, aunque también el despiadado ataque de seudoambientalistas y financiados por los adversarios de todo, o de casi todo: hasta ahora no han enfilado sus dardos a otras grandes obras como la terminación del tren México-Toluca, o a emprendimientos como las presas en Sinaloa y Nayarit con sus obras de irrigación para más de 100 mil has. El Banco del Bienestar cuenta ya con cerca de 2 mil sucursales y la Guardia Nacional con más de 200 cuarteles para sus 120 mil elementos El Corredor Interoceánico operará el año próximo sin haber tenido que enfrentar mayores controversias. Hay obra pública por todos lados: hospitales, carreteras, escuelas universitarias. Se inician esta semana los trabajos para extender el servicio de internet a todo el país, ocupando la capacidad de transmisión y construcción de la Comisión Federal de Electricidad. Me harían falta varias cuartillas para hablar de la obra pública.
Un aspecto significativo es que todo se hace con recursos propios y sin endeudar al país. El peso está sólidamente anclado en el rango de $20 por US Dólar. La inversión extranjera directa alcanza cifras históricas de crecimiento. Las reservas del Banco de México llegan a 200 mil millones de dólares. La inflación crece a menor ritmo que en Europa y Norteamérica. El empleo se ha recuperado después de la pandemia y el monto promedio de los salarios de inscritos en el seguro social alcanza a más de 14 mil pesos mensuales. Aunque todavía poco, la desigualdad disminuye. En las condiciones de la economía mundial la de México puede calificarse de boyante.
Desde el inicio se hizo frente al robo de combustibles (huachicol) con éxito y se emprendió la batalla contra el monstruo de mil cabezas que monopolizaba el abasto de medicamentos. En eso se presenta el grave asunto de la pandemia que obligó a postergar otras prioridades; ampliar la capacidad hospitalaria en corto tiempo y adelantarse a la adquisición de vacunas, colocó al país entre los diez países más exitosos en el salvamento de vidas. Aunque la economía nacional y mundial se vino abajo. Comenzaba a recuperarse cuando estalló la guerra entre Rusia y Ucrania con efectos devastadores en el comercio internacional y la desatada inflación en todo el mundo. La mayor seguridad energética mostró el resultado de una política de autosuficiencia diametralmente diferente a la seguida por los regímenes neoliberales.
El respeto a la libertad y a los derechos sociales, marcan profundamente al régimen actual, con una vigorosa transformación en paz y la paulatina reducción de los índices de violencia. La mayoría del pueblo recuperó la esperanza y la disposición a contribuir al engrandecimiento de México.
Respeto a la minoría que piensa diferente, tan sólo los invito a informarse y reflexionar. México merece el esfuerzo.
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