Derechos plenos de la mujer, ya.
Recuerdo un dramático caso de una niñas de 10 u 11 años de edad que fue brutalmente violada por un demente y resultó embarazada
Recuerdo un dramático caso de una niñas de 10 u 11 años de edad que fue brutalmente violada por un demente y resultó embarazada, y lógicamente, el producto de este crimen, por herencia, lo más probable es que también resulte un deficiente mental, que no tiene sentido traer a este mundo.
Los fanáticos de la extrema derecha que gobernaban Baja California, impidieron el aborto y obligaron de la manera más infame y mezquina a que esta menor terminara su embarazo y que en lugar de una muñeca tuviera un bebé, desgraciando su niñez y su vida.
El 15 de septiembre de 1995 se firmó el Pacto de Beijing que reconoce los derechos plenos de la mujer a decidir sobre su cuerpo, su sexualidad, y maternidad, entre otras cosas. Los países participantes, entre ellos México, se comprometieron a tutelar estos derechos y a hacer las modificaciones necesarias en sus legislaciones para hacerlos efectivos.
Desde la gran Reforma Constitucional de 2011 todos los tratados firmados por México, y ratificados por nuestro Senado, están integrados al Artículo Primero que garantiza estos derechos humanos y esto está sobre cualquier legislación federal o local y es materia de amparo ante un Juzgado de Distrito.
México ha incumplido su compromiso de hacer las modificaciones necesarias en sus legislaciones, aun cuando ha sido pionera en este aspecto la Ciudad de México.
A mi juicio, no debería existir en este país ninguna mujer encarcelada por haber abortado, si su abogado defensor hubiese interpuesto un amparo invocando el Pacto de Beijing y el mencionado Artículo Primero, violando esta garantía.
Por eso es de celebrarse un Acuerdo tomado por el pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, declarando INCONSTITUCIONAL cualquier legislación que se oponga a estos derechos, de aplicación obligatoria a todos los jueces de la República.
Desde luego no hay que aceptar ni menos promover el aborto, sino prevenir sus causas con la debida formación, información y educación, pero sin criminalizar a la mujer. Nunca más una mujer en la cárcel por haber abortado.
Y en México estamos viviendo tiempos estelares de la mujer. Por primera vez, en el gabinete presidencial, hay mayoría de mujeres y contamos por segunda vez con un congreso paritario.
Y vamos a tener la primera mujer Presidenta. Y la que seguramente será, Claudia Sheinbaum., que en todas las encuestas aventaja por más de 30 puntos a sus competidores, ha declarado que uno de los distintivos der su gobierno será su sello de mujer, que indudablemente reafirmará estos derechos, que ya están en nuestra Constitución, pero que desconocen muchas legislaciones estatales donde aún gobiernan administraciones retrogradas de extrema derecha. Derechos que tienen que ser de plena aplicación nacional.