DEPRESIÓN INVERNAL
El Trastorno Afectivo Estacional o Depresión Invernal
El Trastorno Afectivo Estacional o Depresión Invernal, es un tipo de depresión que dura una temporada, generalmente en los meses de invierno y desaparece durante el resto del año. Para algunos, los síntomas son muy breves, pero para otros, puede ser bastante incapacitante. Una persona que está experimentando Depresión Invernal puede presentar:
- Sentirse deprimido gran parte del día, casi todos los días;
- Perder interés en las actividades que alguna vez disfrutó;
- Experimentar cambios en el apetito o en el peso;
- Tener problemas para dormir;
- Sentirse lento o agitado;
- Tener poca energía;
- Sentirse sin esperanza o inútil;
- Dificultad para concentrarse;
- Pensamientos frecuentes sobre la muerte o el suicidio.
¿Cómo se diagnostica el trastorno afectivo estacional?
- Tener síntomas de depresión mayor o los síntomas más específicos enumerados anteriormente.
- Los episodios depresivos deben ocurrir durante temporadas específicas durante al menos 2 años consecutivos.
- Los episodios deben ser mucho más frecuentes que otros episodios depresivos que la persona pudo haber tenido alguna vez en otras épocas del año.
El Trastorno Afectivo Estacional puede ser una condición de salud mental seria y requiere de ayuda profesional.
¿Qué hacer?:
Trate de tomar sol o que su entorno sea más luminoso, abra las persianas o cortinas y deje que la luz del sol entre a su casa o habitación.
Salga a caminar o pase tiempo en la naturaleza, aunque haya frio y el día esté nublado. Esto es importante, pues la luz exterior puede ayudar, especialmente, si pasa fuera las primeras dos horas después de levantarse. Esto puede ayudarle a poner en control el reloj interno del cerebro que se afecta con la falta de luz durante el invierno y fomenta sustancias químicas cerebrales que contribuyen al estado de ánimo.
Practique actividad física regularmente, pues es una herramienta poderosa para mejorar el estrés, desechar toxinas y combatir la ansiedad y los síntomas de depresión.
Manténgase conectado con seres queridos, familia, amigos y redes de apoyo. El tener a alguien de confianza para platicar de sus inquietudes, experiencias y sentimientos es un factor importante para ayudar al estado de ánimo. Comprométase a ponerse en contacto con al menos una persona por día y mantener la conexión social. Evite el tomar alcohol. El alcohol puede reducir los niveles de químicos del cerebro que ayudan a regular el estado de ánimo. Los niveles más bajos de estos químicos pueden hacer que una persona con depresión se deprima aún más.
Si a pesar de seguir estos consejos o hacer cambios de estilo de vida sus síntomas no mejoran consulte con un experto en salud y pida apoyo. Ellos le pueden ayudar a encontrar el tratamiento adecuado.
(Psiquiatra/Paidopsiquiatra)