CUENTAS Y CUENTOS

Refinería en Dos Bocas cada vez más cerca

Ayer se celebró el 81 aniversario de la expropiación petrolera en nuestro país. Uno de los pasajes históricos más importantes, en donde pueblo y gobierno defendieron a la empresa pública más importante del país.

La gallina de huevos de oro, como se le llamó, permitió el enriquecimiento de cientos de políticos mexicanos y de sus allegados, el pago exorbitante de salarios para funcionarios públicos y de millonarias prestaciones.

Todo mientras las comunidades donde se extraía la riqueza nacional sólo vivían represión, y eran quienes absorbían los impactos sociales, económicos, ambientales y de salud.

Hasta los recursos que destinaba la petrolera mexicana para contener el descontento social se llevaron los malos gobiernos estatales. La riqueza petrolera solo se reflejaba en beneficio de unos.

Cuando los neoliberales vieron que la producción de hidrocarburo venía en picada buscaron el regreso del sector privado para que salvara al país.

Con la participación de empresas privadas en el sector energético bajarían los costos de la gasolina, de la energía eléctrica y del gas LP, dijeron.

A casi cinco años de aprobada la reforma energética se siguen esperando estos beneficios que nunca llegaron.

El único logro de la reforma energética es el incremento de la importación de hidrocarburo. Pasamos de ser un país productor a ser un país importador. Hasta con la desgracia buscaban lucrar los políticos del pasado.

Con la llegada de Andrés Manuel López Obrador a Palacio de Gobierno se desnudó las atrocidades en que se tenía a Pemex. El saqueo se realizaba adentro y afuera de la compañía petrolera.

De inmediato se puso en marcha el programa de rescate energético de México que busca romper la dependencia del exterior.

El programa que contempla tres elementos. El incremento de la producción de hidrocarburo. La rehabilitación de las refinerías existentes en nuestro país y la construcción de una nueva refinería en municipio de Paraíso, Tabasco.

El programa tiene asignada un techo financiero de 150 mil millones de pesos, de los cuales 50 mil millones se destinarán para el arranque la construcción de la refinería en Tabasco. Instalación petrolera que procesará cerca de 350 mil barriles de petróleo cada día.

La secretaria de Energía, Rocío Nahle mencionó que se tiene un terreno de 566 hectáreas de propiedad federal, y se está trabajando en el acondicionamiento del sitio con estudios topográficos y geotécnicos- Estudios hidrológicos, ambientales y sociales. Se cumplirá con la legislación en la materia, que no quede duda.

Ayer mismo se lanzó la licitación para este proyecto mediante invitación restringida a cuatro empresas que tienen las mejores prácticas de transparencia, de ética y sobre todo que tienen un amplio conocimiento técnico de construcción en estas refinerías a nivel mundial. Pronto debe anunciarse cuál será la que se haga cargo de esta nueva factoría petrolera.

Con ellos se arranca formalmente esta obra emblemática para que México recupere su independencia energética. Obra que proyectará a la entidad a nivel internacional y la convertirá en un polo de atracción de inversiones.

La parte federal ya está avanzando. Resta al gobierno estatal asegurar que las inversiones y obras que están por llegan encuentren las condiciones adecuadas para su permanencia.

El tema no es ajeno para el equipo de Adán Augusto López Hernández quien reconoce que Tabasco está llamado a convertirse en la capital energética de México, en donde la riqueza se reparta de forma equitativa y la industria petrolera trabaje en armonía con los tabasqueños. Es el reto a cumplir.

SUMAS Y RESTAS

La presión de Carlos Romero Deschamps y su grupo no surtió efecto. Ya no fueron personajes centrales en la conmemoración de la expropiación petrolera. De hecho, el cacicazgo sindical es parte de los intereses que han mantenido hipotecada la industria petrolera.