Crece la legión tabasqueña en el Senado

Cada vez más políticos tabasqueños ocupan escaños, destacando la diferencia entre ser legislador y secretario particular.

No es lo mismo ser legislador que secretario particular. Si bien es cierto que los dos cargos de alguna manera son cercanos al poder, hay una enorme diferencia entre uno y otro. El primero legisla, discute y aprueba leyes, es factor de poder y decisión; y el segundo acata instrucciones, lleva la agenda y atiende a personas que desean hablar con su jefe. 

Tal vez a Carlos Íñiguez, mejor conocido como “Caliche”, le pareció más interesante ser secretario particular del presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República, Adán Augusto López Hernández, que integrante de la 65 Legislatura local. 

Quizá ponderó el hecho de que, como legislador, no iba a tener el protagonismo que sí tuvo como secretario de Administración en este sexenio. Tal vez vio mucho futuro estando muy cerquita de su amigo y jefe que como diputado. No es lo mismo brillar en campo propio que en terreno ajeno. 

En el oficio dirigido al presidente de la mesa directiva, Marco Rosendo Medina Filigrana, con fecha de ayer, “Caliche” cometió un gazapo. Solicitó “licencia temporal por tiempo indefinido (sic)”. O es temporal o es por tiempo indefinido pero no ambas cosas. Imagínese que como secretario particular del mero mero del Senado se le vaya un error así en la correspondencia.  

Manuel Gurría Reséndez, su suplente, no queriendo la cosa se va a convertir en flamante diputado de la 4T, uno de los herederos de la estirpe de los bien nacidos, aquellos que combatieron a AMLO cuando era líder opositor y adversario de Roberto Madrazo. Es hijo del exgobernador Manuel Gurría Ordóñez, a quien sus adversarios lo apodaron “Tío Nelo”.

Otra que renunció como titular de la Secretaría para el Desarrollo Energético fue María Luisa Somellera Corrales a 24 días de que concluya la presente administración. Se fue de la Sedener porque recibió otra oferta de trabajo. No hace falta ser adivino para saber de dónde proviene esa “invitación laboral”. La legión tabasqueña cobra fuerza en el Senado

Cabrera quiere armar alboroto a JMR 

Javier Cabrera Sandoval no fue coordinador parlamentario pero se quedó con la dirigencia estatal del PRD. Como apuntábamos en la entrega anterior, necesitaba de una posición para declararle la guerra al nuevo gobierno tabasqueño y vaya que lo hará. Con el ropaje opositor seguirá a pie juntillas las indicaciones de la mano que mece esa cuna. 

Una de sus primeras acciones será convocar a una rebelión en Jalpa de Méndez ante la negativa de aceptar el fallo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, que ratificó el triunfo de Morena en ese municipio. Mejor pretexto para hacer alboroto no podía tener y eso es solo el principio. 

Están conscientes de que la presidencia municipal no van a recuperarla por más que griten y pataleen. El TEPJF ya dijo la última palabra y no hay más nada que hacer. Veremos qué tanto le funciona su estrategia política si tomamos en cuenta que hay una fuga constante de militantes que han buscado acomodo en otros partidos. En una de esas se podrían quedar hasta sin partido de continuar esa deserción partidista.


Yo si fuera Cabrera Sandoval estaría preocupado por la investigación del robo de boletas electorales en esa elección de la que tanto se queja que les quitaron a la mala su “triunfo” en la urnas, pues se le vincula con ese hecho ilícito que seguramente las nuevas autoridades estatales indagarán hasta sus últimas consecuencias.  

Es un asunto latente. El hecho de que no se mencione, no quiere decir que no haya existido. Tan ocurrió que Morena presentó una demanda penal ante la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales de la FGE y ha pedido se llegue al fondo del asunto. 

La historia lo dirá 

La designación de Lucina Tamayo Barrios como titular de la Unidad de Contraloría Interna del Congreso del Estado ha causado controversia por su pasado nuñista. En ese gobierno se desempeñó como secretaria de la Contraloría, y como todos los que han pasado por esa dependencia, tuvo sus aciertos y errores. 

Ese nombramiento ha sido muy cuestionado por ciertos actores políticos que, dicho sea de paso, tiene un pasado similar o peor que el de la contadora pública. Ante esas críticas, el presidente de la Junta de Coordinación Política, Jorge Bracamontes, ha salido en su defensa. Argumentó que no es la única figura pública que trabajó en el gobierno de Arturo Núñez, sino que actualmente hay varias más que ocupan posiciones administrativas. 

En este asunto no ha sucedido lo mismo con otros personajes que en el pasado fueron represores y enemigos jurados del movimiento democrático que llevó a Andrés Manuel López Obrador a la presidencia y a Javier May a la gubernatura; y lo peor, ocupan posiciones de relevancia política desplazando injustamente a auténticos demócratas y luchadores sociales.

Nadie se desgarró las vestiduras ni pegó el grito en el cielo. Hoy actúan como si fueran gente honorable y de conducta intachable cuando conocemos muy bien su lado oscuro. 

Epistolario

El presidente del ITAIP, Mario Aguilar Alvarado, dijo que le presentará al gobernador electo una propuesta de reforma a la ley de transparencia. Lo malo es que ese organismo está condenado a desaparecer, pues en comisiones legislativas federales ya se aprobó el dictamen que desaparece a su par nacional el INAI. Si lo aprueba el Congreso, el ITAIP correrá la misma suerte. El nuevo malecón de Villahermosa podría irse al agua y con él la millonaria inversión que se hizo. La Conagua ha advertido que eso puede ocurrir a finales de septiembre y principios de octubre. Terrible.