Hace casi 7 años, el 5 de abril de 2018, Enrique Peña Nieto, entonces presidente de México, respondió a las reclamaciones emitidas con tufo etílico -apelando al buen decir- del entonces también presidente, pero de los EE.UU., Donald Trump respecto a una caravana de migrantes de Honduras hacia la frontera de México con el vecino del norte, textualmente:

"Es mejor que la gran caravana de gente de Honduras, que viene a través de México hacia nuestra frontera de 'leyes débiles', se detenga. El TLCAN está en juego, así como las ayudas extranjeras para Honduras y los países que permiten que esto suceda. ¡El congreso debe actuar ahora!"

Peña Nieto respondió: "Evocando las palabras de un gran presidente de los Estados Unidos de América: no tendremos miedo a negociar. Pero nunca vamos a negociar con miedo".

Hace siete años de esas declaraciones, la espiral dialéctica nos coloca en un mismo principio, pero en un nivel cualitativamente superior.

En lenguaje cotidiano, es lo mismo pero diferente: es decir, el mismo villano, la misma escenografía, sólo que ahora no hay héroes enfrentando al villano de marras, son dos heroínas: la Atenea mexicana, nuestra presidenta y la Atenea de Honduras. No me pregunten los lectores por qué ahora son mujeres, los dioses del Olimpo no me consideran digno de enterarme del motivo de sus designios.

Sin embargo, en la región hay una nueva actitud. Claudia Sheinbaum ha dejado bien claro el concepto de "América Mexicana". La tierra, el aire, el fuego y el agua de Texas, Nuevo México, Arizona y California, vibran con los acordes del Himno Nacional, El Son de la negra y de México lindo y querido.

Por su parte, Xiomara Castro, presidenta de Honduras, ha sido contundente. Textualmente sostiene: "Frente a una actitud hostil de expulsión masiva de nuestros hermanos tendríamos que considerar un cambio en nuestras políticas de cooperación con Estados Unidos, especialmente en el campo militar en el que, sin pagar un centavo, por décadas mantienen bases militares en nuestro territorio y que, en este caso, perderían toda la razón de existir en Honduras. (La Voz de América, 2/1/25). La Jornada: 9/01/25 John Saxe-Fernández: "Trump y sus recursos del poder".

En resumidas cuentas, el villano se propone asustar con el petate del muerto. La cruda realidad es que son los estertores de una nación rica y poderosa a no dudar, pero que su autocomplacencia durante décadas la ha orillado a vociferar amenazas de uso de fuerza militar para mantener un dominio que se le escapa como agua entre los dedos ante una potencia emergente que muestra el ímpetu y la ambición que ella misma alguna vez tuvo.

Recordemos que nuestra nación enfrentó a las grandes transnacionales petroleras cuando el presidente Lázaro Cárdenas expropió la riqueza del subsuelo. En los laboratorios del Instituto Politécnico Nacional, recién creado entonces, se desarrolló la tecnología para producir gasolina, que creían que nunca seríamos capaces de hacerlo, porque no somos rubios ni de ojos azules, argumento soberbio y arrogante, y por ello mismo, cretino y mendaz. Sin embargo, estudiantes y maestros del IPN lo consiguieron, y nos dejaron el precedente de que podemos hacer cualquier cosa que sea tecnológica. Esa "magia del hombre blanco" requiere conocimiento, metodología, pero es fácil de adquirir con estudio y disciplina; el otro ingrediente es cerebro, pero eso también nos los dio la naturaleza, y exactamente en igual proporción a todo homo sapiens.

Así pues, esta hermosa Patria nuestra tiene extensas regiones con enormes recursos minerales, agrícolas y forestales para trabajar en armonía con el medio ambiente, la gente del campo posee sabiduría ancestral sobre cómo convivir con la naturaleza, obteniendo alimento y riqueza sin dañarla, sin ofenderla.

Somos casi ciento treinta millones de compatriotas a los cuales proporcionándoles educación, dejarían atónito a cualquier egresado de Harvard o del MIT, Oxford. Sorbona o la institución educación de pedigrí que prefiera el (la) amable lector(a).

Quien quiera que conozca nuestra historia, sabe con qué sentido nos dirigimos a los vecinos del norte llamándolos "gringos", y que no nos producen ni miedo ni repulsión. Y sí, algunos merecen nuestro respeto y reconocimiento porque, aunque usted no lo crea, también hay gente, buena, sensible y solidaria.

Ahora tenemos que vérnoslas con un personaje que parece prófugo de la película "Pulp Fiction" de Quentin Tarantino, que se siente invencible atrás de un cañón de misiles, pero se esconde detrás de la sotana de un juez si se trata de enfrentar a una mujer y sin armas.

Hoy la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, requiere de la solidaridad que en su momento los mexicanos hemos dado en defensa de nuestra nación. Sin condiciones, sin cortapisas, demostrando una vez más, que si algo le sobra a la mayoría de los mexicanos es pundonor y honor cuándo de la Patria se trata. (*Maestro en Ciencias, activista universitario)