La competencia y el respeto al mérito para un progreso real
En universidades públicas, financiadas por los estados norteamericanos, visite usted, querido lector
En universidades públicas, financiadas por los estados norteamericanos, visite usted, querido lector, los laboratorios y ahí encontrará a un maestro chino, con 6 u 8 chinos haciendo investigación a nivel mundial.
Pero no puedes llegar a eso si tienes el Modelo Imperial basado en recomendaciones y no en capacidades. No queremos entrar en una verdadera competitividad global, que determina el nivel de vida de un pueblo, porque existe la posibilidad para muchísimos mexicanos de evitar esa competencia escondiéndose en los resquicios preparados para ellos por el Modelo Imperial.
A la cabeza de estos muchos mexicanos entregados al Modelo están algunos asaltantes del poder disfrazados de “políticos”, “gobernantes” y sus cómplices. Un mejor nivel de vida para los mexicanos como país pasa por la adopción entusiasta del Modelo Democrático de competencia y de respeto al mérito, imposible para los seguidores del Modelo Imperial.
Queda pendiente mi opinión siempre dudosa sobre cuáles lecciones de los dos modelos asiáticos sean más apropiadas para México; me refiero a India y China.
Por un lado, está muy claro el avance material de China, mientras que la India apenas parece estar iniciando el mismo camino. Por el otro lado, la prevalencia de una anti-democracia política y académica siempre perjudica más a los chinos. De la misma manera, el mayor grado de unidad de China me parece una ventaja enorme, mientras que India sigue enfrentando las consecuencias de su división por los británicos en 1947.
Otro elemento de juicio es la adaptabilidad mayor de los hindúes a otras culturas. Siguen siendo hindúes, pero también son patriotas orgullosos de sus países adoptivos.
Ambos países muestran una gran solidaridad con otros más pobres o de su mismo nivel socioeconómico, pero ambos ambicionan los recursos de esos países también. Para esos países, la entrada de China e India en directa competencia con los países dominados por la gente blanca tiene efectos revolucionarios muy positivos para sus negociaciones comerciales así como su autoestima, y en general por las nuevas alternativas disponibles provenientes de pueblos similares que han avanzado en el mismo mundo.
Finalmente, India es un país moreno y tropical, muy similar en su cultura, comida, etc. a grandes áreas de Asia, América Latina y África, y desde luego muy similar a México.
EJEMPLOS DE AVANCE Y DE RETROCESO
A nivel nacional, tenemos una violación de las normas de calidad indispensables para la producción, en el que hay un producto final nacional, donde sistemáticamente no cumplimos con los criterios básicos del mérito.
Observen la posición de desventaja, por no decir desprecio, de un producto lindo y súper esforzado de las manos de nuestros pueblos nativos talentosos en nuestro México inundado de productos artificiales apreciados mucho más por nuestros propios ciudadanos enajenados del mayor esfuerzo de su propia nación.
El modelo prevaleciente en el país te vende el cuento opuesto: dice que si vas con el poderoso, o el Presidente, o el gobernador, o el alcalde, puede de su bolsillo resolverte tu problema. O podría proveerte con ayuda de una “palanca” con otro miembro del Modelo Imperial, pero no resuelve nada para el país. Entonces, la lucha del mexicano consiste en quedar bien con el poderoso, no en ser meritorio y desde luego eficiente. Afortunadamente, hay lugares donde este modelo ha sido reemplazado por el democrático.
Yo conozco empresas mexicanas sumamente eficientes, por ejemplo Bimbo, Chedraui, los exportadores de cervezas, o de aguacate, tequila, etc. Ellos sí funcionan según estos criterios de eficiencia globales; han tenido éxito como si fueran un pequeño país dentro del mismo país, pero son pocos en relación con el peso preponderante del Modelo Imperial. Seguramente, les gustaría mucho tumbarlo y remplazarlo con el Democrático. Quisieran que sus méritos les abran camino, sin la intervención de algún poderoso en el Modelo Imperial.
Pero esa transición no está ocurriendo rápidamente para dar esperanza, empleo, seguridad, y prosperidad a todos los mexicanos. ((EL AUTOR ES DOCTORADO EN ECONOMÍA POR LA UNIVERSIDAD DE PENNSYLVANIA, 1971. COLABORADOR DE DIARIO PRESENTE. “México y su modelo de desarrollo”, CEIS, 2020)