Urnas y encuestas, los tiempos de decisión de los votantes; sondeos muy anticipados

SE DICE que una encuesta es la fotografía de la percepción del momento, y lo mismo podría decirse de las elecciones

  • Un tercio decide entre la campaña y la jornada electoral
  • Sheinbaum y Ebrard, el reto mantenerse porcentajes arriba 
  • Adán Augusto, su irrupción y el techo del crecimiento
 

SE DICE que una encuesta es la fotografía de la percepción del momento, y lo mismo podría decirse de las elecciones. Aunque en este último caso no hay que ignorar la acción de los activistas y operadores partidistas. La reciente consulta que realizó Morena sirvió para medir a sus aspirantes (aunque no todos estuvieron en las boletas), pero también para conocer las prácticas de la organización y el desempeño de sus liderazgos.

Pudo constatarse el resultado de la exposición mediática de los aspirantes a consejeros-congresistas, así como la capacidad de movilización (iniciativa propia, acción colectiva, acarreo). Siempre es mejor ver la realidad para actuar sobre ella.

Es evidente que falta mucho por avanzar en las prácticas democráticas; ignorarlo o minimizarlo tiene sus consecuencias, como lo mostró la historia de partidos tradicionales: PRI, PAN y PRD, entre los que más poder han tenido.

CONDUCTA DE LOS VOTANTES

LOS INVESTIGADORES españoles David Pac Salas y Jaime Minguijón ha analizado el momento de la decisión del voto y el papel de las encuestas pre-electorales. Hay, también, mucho material sobre el tema. Anotaron los estudiosos en relación a por qué no coinciden necesariamente las encuestas con el resultado en las urnas: “Los votantes cada vez decidimos más tarde”.

En el caso de unos comicios realizados en España en 2018 observaron que “un 11,8 % de los ciudadanos que votó lo decidió el mismo día de los comicios. A estos ciudadanos debemos sumar el 11,3% que lo hizo durante la última semana de campaña y el 8,3% a lo largo de la primera semana de campaña. Por tanto, casi un tercio (31,4%) se inclinó por una u otra opción durante la campaña electoral”. (Agenda Pública El País, 20 de marzo de 2019). ¿Quiere decir que las encuestas hechas uno, dos y hasta tres años antes de la jornada de votación resultan ociosas? Depende, porque se usan para inducir tendencias…y ahora en México para seleccionar candidatos (as).

También existe una diferencia entre la conducta de los militantes o simpatizantes de un partido y otro, así como de los abstencionistas que - ya hemos comentado en este espacio- se pueden dividir entre activos y pasivos. No ignoremos que mientras el encuestador busca al encuestado, los votantes deben movilizarse o ser movilizados para acudir a las urnas.

Le comenté en una entrega anterior que los posibles aspirantes de la oposición a la candidatura presidencial están muy rezagados en cobertura y en las encuestas por su falta de exposición mediática, porque no se han definido y también porque no se les ve haciendo trabajo a ras de tierra, casa por casa y comunidad por comunidad.

REFLECTORES ELECTORES

TAMBIÉN le mencioné que en el caso de Morena, tres personajes acapararon la atención de los encuestadores hasta finales del año pasado, tanto porque fueron mencionados como aspirantes a sucederlo por el presidente López Obrador, como porque ya llevan más de dos sexenios haciendo política en la Ciudad de México: Marcelo Ebrard, Claudia Sheinbaum y Ricardo Monreal. Un cuarto aspirante morenista, el tabasqueño  Adán Augusto López Hernández, apenas se incorporó a la carrera de las encuestas este año.

El Financiero publicó que hasta junio, entre los morenistas, Ebrard sacó ventaja al crecer su preferencia de 29 a 37%; mientras Sheimbaum, siempre según este estudio, pasó de 30 a 29%. Pero ya en julio, la ventaja era para la Jefa de Gobierno con 36% mientras que Ebrard pasaba al 35%. Los dos son vistos como cercanos a AMLO por los encuestados, aunque las evidencias políticas marcan una preferencia por Sheinbaum en Palacio Nacional.

De acuerdo a El Financiero –un impreso que ha dado permanente seguimiento a los aspirantes-, el secretario de Gobernación, Adán Augusto López contaba ya con el 16% de las preferencias, también cercano a AMLO, y Ricardo Monreal con el 8%.

A mediados de mayo, el diario Reforma publicó su propia estimación: Ebrard, 34% y Sheinbaum, 33%. A Monreal lo ubicó en 11% y a Adán Augusto en  6%.

Existe un sube y baja entre los aparentemente punteros de Morena, pero también un crecimiento vertiginoso de López Hernández: va de 6, a 10 y hasta 16%. Mientras Sheinbaum y Ebrard ganan entre dos y tres puntos, el titular de Sogob puede avanzar mucho más. El crecimiento inicial suele ser muy rápido (si existen las condiciones), pero hay un momento en el que se alcanza un techo y entonces es más difícil avanzar.

¿Cuál será ese techo de López Hernández? Lograr alcanzar a los dos punteros sería una hazaña, difícil pero posible. Aunque, como le decía, sus contendientes tienen la ventaja de una exposición mediática de más larga data. Es una carrera contra el tiempo…pero también hay un “voto de calidad” que marcará la diferencia. También habrá que esperar la ruta que siga Monreal y la aparición de los opositores.

AL MARGEN

EN EDOMEX la profesora Delfina Gómez va por los escasos votos que le faltaron para ganar en 2017. Ahí se pone a prueba la unidad de Morena. El PRI se juega su futuro. (vmsamano@hotmail.com)