Momento histórico poco valorado

Aunque este proceso es histórico para las mujeres, los medios no reflejan esa relevancia


El viernes pasado concluyeron las pre campañas electorales. Claudia Sheinbaum en la Ciudad de México y Xóchitl Gálvez en Guanajuato, cerraron esta etapa del proceso electoral rumbo a las elecciones de la próxima presidenta de México. Es un hecho histórico que marca el inicio de una era para la participación política de las mujeres.

Desde 1916 en el Primer Congreso Feminista fue cuando comenzó a gestarse el sufragismo mexicano hasta hace apenas 70 años cuando finalmente se reformó la constitución para permitirnos votar. Y la historia se fue marcando con momentos y mujeres excepcionales en lugares con movimientos de mujeres en avanzada por sus derechos:

1922 en Yucatán, Rosa Torres fue la primera regidora de Mérida, un año después se elegirían tres diputadas locales. Seguirían Guerrero con Aurora Mesa primera presidenta municipal (1936-37).

1954 fue electa una diputada una mujer en Baja California en una elección extraordinaria.

3 de julio 1955 votamos por primera vez en diputaciones federales, 4 mujeres electas.

1964 María Lavalle Urbina la primera senadora por Campeche y Alicia Arellano por Sonora.

1979 Griselda Álvarez primera gobernadora electa en Colima.

1984 la primera notaria del entonces Distrito Federal Olga Sánchez que sería ministra de la SCJN (1995-2015) y secretaría de gobernación (2018-2021).

Pasamos de medidas afirmativas como las cuotas a la legislación de la paridad, hoy tenemos congresos paritarios. Paridad vertical, paridad horizontal y paridad en todo.

Recientemente, la primera ministra presidenta de la SCJN Norma Piña (2023-2026) y la primera presidenta consejera del INE Guadalupe Taddei (2023-2032).

Tenemos un tercio del país gobernado por mujeres y suman nueve mujeres con intenciones de llegar a la presidencia en 10 ocasiones: Rosario Ibarra (1982 y 1988), Cecilia Soto y Marcela Lombardo en 1994, Patricia Mercado en 2006, Josefina Vázquez en 2012, María de Jesús Patricio y Margarita Zavala en 2018 y Sheinbaum y Gálvez 2024.

En este contexto, la elección del próximo 2 de junio 2024 es histórica por la mayor participación de las mujeres como electoras y como votantes.

De los casi 98 millones de ciudadanas y ciudadanos que estarán en posibilidad de ser votantes, 50 millones 749 mil 708 son mujeres, lo que representa el 51.90 por ciento, de la Lista Nominal Electoral, lo que es una mayoría histórica.

Sin embargo, para los medios de comunicación y los políticos – principales fuentes de información- tan acostumbrados a la política patriarcal, este hecho parece caminar en paralelo.

De acuerdo con el observatorio de medios de CIMAC, la cobertura política de los principales medios de circulación nacional Milenio, La Jornada y Reforma, destina apenas el 11 por ciento de sus noticias a la cobertura de las candidatas presidenciales durante las pre campañas.

Es decir que mientras Gálvez y Sheinbaum estaban en la última semana de su pre campaña, los señores estaban en temas de migración, seguridad y despidiendo al escritor José Agustín, un escritor importante para el país, sin duda.

Las representaciones en cartones y textos de opinión refieren una Xóchitl ridiculizada, mientras los textos noticiosos señalan una Claudia heredera de los logros de la 4T.

Aunque este proceso es histórico para las mujeres, los medios no reflejan esa relevancia. Es necesario que los medios implementen investigaciones periodísticas que den cuenta del momento que presencian para que ese 52 por ciento de la lista nominal, no solo para el ejercicio del derecho a la información para su participación política sino además reconozca que nos coloca nuevos retos: cómo se desarrollarán las campañas y en qué condiciones, qué propuestas tienen para las mujeres, cómo pretenden erradicar la violencia contra las mujeres, cerrar las brechas de desigualdad en los diferentes ámbitos y garantizar los derechos humanos de todas, cómo ejercerán los cargos, qué características tendrá la violencia política en este proceso.

Seguiremos monitoreando porque no solo se votará a la próxima presidenta, si no el futuro de las mujeres mexicanas. (CIMAC)