CANADÁ, DE FRANCÉS AL PREDOMINIO INGLÉS I

España cede a Inglaterra Gibraltar y Menorca

Canadá, colonizado inicialmente por Francia, al dar entrada a los británicos, y por la expansión de estos, termina siendo predominantemente inglés, aún cuando subsiste una zona de habla francesa.

Por los Tratados de Utrecht  que dieron  fin a la guerra de sucesión en España (1701/1714), y  lograr el reconocimiento de Felipe V, nieto de Luis XIV,  como soberano hispano instaurando la dinastía de los borbones, Francia cede a Inglaterra la isla de Terranova y permite la entrada a la bahía de Hudson, de donde los ingleses se expanden hasta estrangular a los franceses en la provincia de Quebec.

España cede  a Inglaterra Gibraltar y Menorca, recuperando esta última años después, y abandona lo que ahora son Bélgica y Luxemburgo, Milán, Sicilia, Cerdeña, Nápoles y todas sus posesiones europeas y africanas y abre sus puertos americanos al comercio inglés,  marcando el fin de la piratería.

Canadá hoy es una monarquía moderada que reconoce como Jefe de Estado al soberano inglés, con un poder legislativo bicameral, una Cámara de los Comunes por elección universal y un Senado por designación. La Cámara de los Comunes o Parlamento nombra al Primer Ministro, Jefe de Gobierno, y ambos sugieran al soberano inglés el nombramiento de un Gobernador que lo representa como Jefe de Estado.

Como máximo debe haber elección cinco años después de la última, o anticipadamente cuando el Primer Ministro las convoque o cuando haya una moción de censura  al gobierno,  en el Parlamento.

Es un país muy sui géneris, el segundo más grande del mundo  solo por detrás de Rusia, y que en su área de habla inglesa, un 85%,  se rige por el derecho anglosajón, y en el área de habla francesa por el derecho civil.

Pues bien, mi hijo hizo estudios en Canadá viviendo en Lindsay, en la provincia de Ontario, cerca de las famosas cataratas. Y cuando lo fuimos a buscar en 1988 inicialmente había reservado un paquete de vuelos directos bastante económicos, con las que llegaba al aeropuerto de Toronto pasadas las 23.00 horas.

Previendo que nos fueran a recibir,  y a esa hora sería una grosería, cambié a un  paquete de vuelos indirectos, con  escalas en Estados Unidos,  más complicados y caros, con American Airlines, con el que llegábamos a media tarde, y fue lo correcto, pues nos fueron a recibir y tenían organizada una fiesta de bienvenida en Lindsay.

Durante cinco días en Lindsay se habían organizado para que cada día una familia nos atendiera y paseara por las cataratas, que si ahora son imponentes e impresionantes, no quiero pensar cómo eran antes, cuando  gran parte de sus aguas no pasaban por los túneles  que mueven las turbinas que dan energía a Estados Unidos y Canadá,   por Toronto y el área cercana. Así de hospitalarios,  altruistas y generosos son en Canadá.

Los Ferrocarriles son excelentes en Canadá y cuentas con carros miradores para observar y disfrutar el paisaje. Había comprado pases en estos ferrocarriles con la idea  de conocer más esta nación maravillosa, caminándola de costa a costa, pero de esto  habremos de platicar mañana.