Basificación de transitorios en Pemex, una orden presidencial
El señor Arturo Marín Alvarado tuvo que aguardar casi tres décadas para ser trabajador de base en Pemex
El señor Arturo Marín Alvarado tuvo que aguardar casi tres décadas para ser trabajador de base en Pemex. De su vida 55 años dedicados a la actividad petrolera, 27 de los cuales no gozó de prestaciones laborales ni acumuló antigüedad como lo haría como trabajador de planta.
A sus 88 años ya no esperaba justicia laboral. Desde luego no fue un logro de la dirigencia sindical. Si por ella fuera, Marín Alvarado jamás hubiera obtenido ese derecho.
Obtuvo la planta gracias a la aplicación del Programa de Estabilidad Laboral que el director de Pemex, Octavio Romero Oropeza, echó a andar por instrucciones presidenciales.
Así como don Arturo hay muchísimos más en las mismas condiciones, en la indefinición laboral, sujetos a la voluntad sindical que disponía de ellos como mejor le pareciera.
HAY DE MODOS A MODOS
A menudo, líderes y familiares de estos, los ocupaban en tareas domésticas: choferes, afanadores y mandaderos, con la advertencia de que, si no cumplían, no tendrían contrato como transitorios.
Hombres y mujeres padecían ese calvario, esa humillación. En tiempos de efemérides, era obligación ir a echar porras, listas en mano, al secretario general en cuestión y al presidente en turno, por supuesto, en los gobiernos del PRI y del PAN.
Pero nada dura para siempre, y menos si de maltrato laboral se trata. El Programa de Estabilidad Laboral vino a dar al traste con este jugoso y lucrativo negocio de la cúpula sindical petrolera.
El caso Marín Alvarado es ilustrativo de esa injusticia que el Gobierno de México está resuelto a corregir. El presidente López Obrador ha reconocido que el rescate de la industria petrolera no sería posible sin la participación de los trabajadores y técnicos de Pemex.
El 22 de diciembre pasado, don Arturo agradeció al presidente que al fin se le tomara en cuenta. En un video, destacó que jamás faltó a su trabajo. Mostró su alegría de ya no ser transitorio sino de planta.
Este documento ampara a mí y mi familia para seguir una vida más de aprendizaje, dijo. Dedicó unas palabras de agradecimiento “muy especial” al presidente, porque “sin él no se hubiera logrado este movimiento para mí, gracias a él”.
UN ACTO DE JUSTICIA
La aplicación de este programa, por supuesto, ha generado resistencias al interior del sindicato petrolero. Se viola el contrato colectivo, alegaron secretarios generales de las secciones de Tabasco, con amagos y advertencias verbales, que no fueron más que bravatas.
A decir del presidente, sigue siendo “un asunto muy penoso” y genera muchas quejas por parte de los trabajadores. Los dirigentes sindicales no tuvieron otra que llegar a un acuerdo con Pemex. No había de otra, era sí o sí.
El Programa de Estabilidad Laboral toma en cuenta dos criterios: la antigüedad y la operatividad del trabajador. El director de Pemex habló con la dirigencia sindical, le dijo de qué se trataba, que era una instrucción presidencial y tenía que cumplirse.
La empresa habilitó una página electrónica en el portal de Pemex en la cual los trabajadores pueden tramitar directamente, sin intervención del sindicato, su basificación.
NI SE VENDEN NI SE HEREDAN
A decir de Romero Oropeza, la página “ha tenido muchísimo éxito, porque la consulta todo el mundo, todos los trabajadores de Pemex, donde se les dan una serie de ventajas al trabajador para que ellos mismos realicen sus trámites; entre ellos, el de solicitar la basificación”.
Pemex tiene en su poder la lista de todos los trabajadores transitorios en la que está anotada la antigüedad de cada uno de ellos. Se ha logrado basificar a los que tienen más años laborando sin tener planta.
En unos meses más obtendrán su plaza definitiva los de mayor antigüedad y hasta los 15 años de transitorios. Posteriormente alcanzarán este beneficio los que tienen entre 15 y 10 años laborando para Pemex.
Se estima que, para 2024, todos los trabajadores de Petróleos Mexicanos sean de base. Ello no implicará un mayor incremento en la nómina, porque al mismo tiempo, ha explicado Romero Oropeza, se está dando el proceso de jubilación. Las plazas que se liberan las ocupan los transitorios.
Es decir, ya no se heredan o se venden al mejor postor como estilaban los líderes sindicales, perdieron la gallina de los huevos de oro.
“Había algunos o hay todavía algunos que hacían sus transas, ya sea que pedían dinero, lo que se decía antes de la venta de la plaza, se vendían las plazas o las plazas eran para los allegados, hasta para los familiares de los dirigentes”, dijo el presidente.
Este programa es legal, no viola ningún contrato laboral y cuenta, además, con el beneplácito de los trabajadores. No se aplica con base al influyentismo, la corrupción, sino a partir de los años trabajados en la empresa productiva del Estado. Sin duda, eso es una muy buena noticia.