Anoche soñé que era maestro

(Dedico el presente a TODOS los maestros y maestras, y permítanme que sea en específico a los que trabajaron y trabajan en el medio rural y colonias marginadas, y a los de educación especial)

SIETE

La literatura ha sido pródiga en poemas y cuentos sobre la figura del maestro; en la parte final del bello poema "Oración de la maestra", Doña Gabriela Mistral nos dejó: " Haz que haga de espíritu mi escuela de ladrillos. Le envuelva la llamarada de mi entusiasmo su atrio pobre, su sala desnuda. Mi corazón le sea más columna y mi buena voluntad más horas que las columnas y el oro de las escuelas ricas./ Y, por fin, recuérdame desde la palidez del lienzo de Velázquez, que enseñar y amar intensamente sobre la Tierra es llegar al último día con el lanzazo de Longinos en el costado ardiente de amor". Yo no sabía quién era Longino, luego lo supe: el soldado centurión romano que le atraviesa con una lanza (la santa lanza) el costado de Jesús y luego se convierte al cristianismo.

OCHO

Y fue muy oportuno escuchar “El sembrador” de Blanco Belmonte en voz de mi otro maestro de español Carlos en secundaria (el otro era Hilarino) sobre la labor educativa: "¿Por qué tantos afanes en la jornada/ sin buscar recompensa? dije. Y el loco murmuró, con las manos sobre la azada: «Acaso tú imagines que me equivoco; acaso, por ser niño, te asombre mucho el soberano impulso que mi alma enciende;/ por los que no trabajan, trabajo y lucho;/ si el mundo no lo sabe, ¡Dios me comprende!/  »Hoy es el egoísmo torpe maestro/ a quien rendimos culto de varios modos:/ si rezamos, pedimos sólo el pan nuestro./ ¡Nunca al cielo pedimos pan para todos! En la propia miseria los ojos fijos,/ buscamos las riquezas que nos convienen/  y todo lo arrostramos por nuestros hijos./ ¿Es que los demás padres hijos no tienen?... /Vivimos siendo hermanos sólo en el nombre/ y, en las guerras brutales con sed de robo,/ hay siempre un fratricida dentro del hombre, y el hombre para el hombre siempre es un lobo./ »Por eso cuando al mundo, triste, contemplo,/ yo me afano y me impongo ruda tarea/ y sé que vale mucho mi pobre ejemplo/ aunque pobre y humilde parezca y sea./ ¡Hay que luchar por todos los que no luchan!..." etc. Y etc.

NUEVE

Largo el poema, pero muy ilustrativo de la labor del maestro: sembrador de ideas, de conocimiento. Frutos que la sociedad espera con ansia, para conformar una sociedad responsable, de ciudadanos comprometidos con el trabajo, la paz, la armonía.

DIEZ

Hablando de armonía, el mejor grupo laboral de maestros es en el que todos aportan para conformar un grupo donde reina la armonía, donde cada uno se siente integrado y aporta sus conocimientos y habilidades para el trabajo escolar. ¿Una utopía? No yo siempre trabajé en grupos así.

ONCE

Yo recuerdo muy bien a cada uno de mis maestros de primaria. Cada uno con sus encantos como de flautistas de Hamelin para llevarnos por el camino del entusiasmo y alegría hacia el conocimiento. Carlos Martínez Cabello, Antonia Correa, Alicia Benavides, Alejandro, Héctor Urbina y Nacho Aguilar. Me acuerdo de todos los de secundaria y su brillante líder director Filemón Salazar Jaramillo, entre ellos al de civismo, Raúl Torres Torres. Me acuerdo de mis maestros de la Normal Mainero y de la mayoría Ciencias de la Educación  de la Universidad de Tabasco y de periodismo en la Universidad de Chihuahua. Y de amigos que sabían tanto que fueron mis maestros de la vida junto con otras personas que sin estudios me enseñaron mucho. Y cómo olvidar a todos los maestros y maestras con las que trabajé en mis 40 años en educación, tanto en primaria, telesecundaria y en la administración. Ah, y felicidades a mis hijas y esposa maestras. Y cómo olvidar a mi maestro Serrat, Aute, Pablo y Silvio.

DOCE

Y qué decir de los maestros de la antigüedad como Diógenes que loco buscaba hombres honrados en Atenas con lámpara encendida de día. Y Sócrates que antes de beber la cicuta y ante el comentario de uno de sus alumnos que  le dice "maestro, lo que más me duele es verlo morir siendo inocente", y Sócrates: "¿acaso preferirías verme morir siendo culpable?"

TRECE

Todo lo anterior para felicitar a los maestros y maestras que conforman el gremio. Solo recordar que la gran mayoría iniciaron en lugares lejanos de su casa, semaneaban. Otros mucho más lejos, e iban cada vacaciones a su casa familiar. Y muy pocos tuvieron la dicha y el privilegio de trabajar casi a la vuelta de la esquina cerca de su casa.

CATORCE

A manera de posdata: Y para terminar cómo no recordar en estos tiempos que el maestro luchando también está enseñando. No lo olvidéis, ni nunca, maestros estatales de Tabasco, que en su derecho ya merecen jubilarse.