AMLO, a poco más de la mitad del camino

La oposición odia tanto a México que rogó a todos los santos del cielo para que se enfermaran y murieran muchos mexicanos con el COVID-19

Han pasado tres años y medio del gobierno de la 4T. Mientras Andrés Manuel se ha dedicado a trabajar con ahínco y sin parar; la oposición se ha dedicado a insultar y a criticar al paisano, y a decir no, sin fundamentos y con mentiras, a toda la obra que el gobierno de la 4T viene realizando.

Han pasado tres años y medio y la oposición no ha propuesto nada, totalmente nada, que sea para bien de la Nación: por ello los agoreros del mal siguen sin candidato. Pero la irónica realidad es que no tienen nada qué proponer, sólo les queda insultar y difamar.

La oposición odia tanto a México que rogó a todos los santos del cielo para que se enfermaran y murieran muchos mexicanos con el COVID-19. Sin importarles cuántos mexicanos murieran, con el alma desearon una mortandad masiva: tal tragedia deseada hubiera sido benéfica para sus perversos fines de balconear a López Obrador y exhibirlo como un fracasado en su lucha contra el COVID-19.

Hoy, que la mayoría de los mexicanos tenemos las tres o cuatro vacunas y empezamos a caminar sin cubre bocas por las calles y lugares públicos, la perversa oposición no dice nada: se queda callada.

El vilipendiado doctor Gatell, satisfecho, se debe estar riendo hoy de quienes lo insultaban y difamaban. Y para agregar más piedritas al hígado de la oposición, el gobierno de la 4T ha combatido la pandemia con éxito, comprando las vacunas sin recurrir a préstamos, sin endeudar a México.

Y sin endeudar a México también, el presidente López Obrador y su gobierno de la 4T compraron la petroquímica Deer Park ubicada en los Estados Unidos. Por supuesto, los sabiondos y especialistas en petroquímica de la oposición criticaron esa compra.

Hoy la criticada petroquímica, Deer Park, está procesando 310 mil barriles diarios de gasolina, diesel y turbosina. Ese combustible destinado a México, ayudará a que nuestro país deje de comprarlos en el extranjero: eso se reflejará de manera favorable en nuestra balanza comercial y beneficiará al peso mexicano.

Como dijimos, la compra se hizo sin pedir préstamos, sin endeudar a México. La compra se hizo con los 80 mil millones de pesos que los prianistas se venían clavando del fideicomiso del CONACYT.

Por su parte Petróleos Mexicanos reportó a la Bolsa Mexicana de Valores un rendimiento neto por 122 mil millones de pesos para este trimestre, monto que contrasta con las pérdidas por 37 mil millones de pesos del primer trimestre del año pasado. Es cierto que parte de ese resultado favorable se debe a un aumento en el precio del barril de la mezcla mexicana y a que Pemex ha incrementado sustancialmente la extracción de crudo, pero ha combatido con éxito el robo de combustible.

El gobierno de la 4T ha abatido, en buena medida, el guachicol que por tierra venía sangrando la riqueza económica de esa paraestatal. Y ha abatido también el guachicol que en altamar venían realizando los piratas petroleros que con sus cómplices funcionarios corruptos de Pemex ordeñaban en alta mar los buque-tanques, de manera ilícita y clandestina, que transportaban el crudo mexicano destinado a la exportación. ¿Calderón y Peña no lo sabían?

De igual forma, al saberse la noticia que el gobierno de la 4T construiría una petroquímica en Dos Bocas, los eternos pitonisos de malos augurios de la oposición, expertos en petroquímicas, señalaron hace tres años que esa obra sería un fracaso.

El Instituto Mexicano de la Competitividad le dio apenas un 2% de viabilidad a ese proyecto. El Instituto Mexicano del Petróleo, organismo que se encargaría de diseñarlo, señaló entonces que la realización de ese proyecto se llevaría cinco años y costaría 44 mil millones de dólares, y que la secretaria de Energía, Rocío Nahle, no tenía el dinero para hacerlo.

Y resulta que tres años después de iniciada su construcción, la petroquímica de Dos Bocas está por terminarse y se va a inaugurar el próximo 2 de julio. Su construcción no costó los 24 mil millones de dólares que pronosticó el Instituto Mexicano del Petróleo, ni se tardó los cinco años que predijo el mismo organismo. La petroquímica procesará 340 mil barriles diarios de crudo pesado y se construyó sin endeudar a México.

Tan magna obra y grandes logros, contrasta con la enorme barda, que prometía ser una petroquímica, que dejó Felipe Calderón en el Estado de Hidalgo; barda que costó 620 millones de dólares, o sea casi 13 mil millones de pesos tirados a la basura. Eso nos explica por qué la deuda de dos billones de pesos que Fox le dejó a Calderón, éste la subió a siete billones de pesos.

No nos extraña para nada que en la reciente encuesta hecha por el periódico Reforma y publicada el pasado 9 de mayo, vemos que si las elecciones para presidente de la República fueran hoy, los resultados serían los siguientes: 47 por ciento para MORENA, 19 por ciento para el PAN, 18 por ciento para el PRI y 6 por ciento para el PRD.