En opinión de algunos, tal parece que la Presidenta Claudia Sheinbaum con mucha audacia y habilidad política ha logrado descifrar la lógica del presidente gringo Donald Trump en la relación bilateral que éste quiere hacia su vecino del Sur.

Es evidente que mientras algunos creen que la amenaza trumpista de imponer aranceles a diversos países es solo un amago, en México se ha captado muy bien la señal llegando a la conclusión de que el lenguaje y acción del locuaz mandatario yanqui es impredecible, que negociar con él es atenerse a obtener respuestas no convencionales.

Puede cualquier país ceder a las exigencias o pretensiones de Estados Unidos pero ello, no es garantía de algún arreglo para una relación política amistosa.

De tal suerte que hoy México se encuentra ante una encrucijada ante las bravuconerías del Tío Sam.

Es innegable que el resultado de la llamada entre la presidenta Sheinbaum y el ocupante de la Casa Blanca –de hace unos días-- representó, un respiro. Se posponen los aranceles. Y se confirma que ella ha logrado una comunicación donde el lenguaje del estadounidense es deferente.

Ambos informaron de la nueva fecha en que se podrían imponer aranceles. La mera posposición es una muy buena noticia, como también que la comunicación entre ellos funciona desde el respeto.

Pero ojo, dicen algunos: para nada se ha conjurado la posibilidad de una crisis mayor para la economía mexicana y, mucho menos, se puede decir que, a pesar de las reuniones que a menudo sostienen, la IP y la Federación tengan claro cómo enfrentar lo que se avecina.

En torno a este tema, el analista Salvador Camarena –quien escribe en el diario capitalino El Financiero--  dibuja parte del escenario que se avecina a partir del momento que vive nuestro país en su relación con el vecino del Norte, vea usted: 

"Aunque la presidenta diga que el T-MEC se revisará en 2026, lo cierto es que su gobierno ya cuenta el futuro inmediato, mediato y a largo plazo de ese tratado en días o semanas: planificar más allá de eso sería ilusorio.

Por ejemplo, para la Secretaría de Economía, hay que empezar a concebir un nuevo marco en relación con Estados Unidos. Se habla de una especie de anillos donde los países más cercanos a Washington serán aquellos que logren coincidir con sus intereses y prioridades.

Colarse o estar en uno de los anillos más próximos al núcleo, que sería la superpotencia, sería el objetivo del gobierno y la iniciativa privada. A ver cómo se logra eso sin supeditarse totalmente a los yanquis.

Si bien la Secretaría de Hacienda lleva tiempo en esa lógica, es muy ilustrativo que parte de los mensajes que el gabinete ha trasladado a sus homólogos de Washington es que México está listo para revisar su relación comercial con China, a la que se podrían poner más barreras.

Por eso no debería sorprender que ayer mismo (el viernes pasado) la presidenta, en la mañanera, de evidente buen humor y a punto de sostener una nueva reunión en Palacio con empresarios, puso el ejemplo de Guanajuato, donde la entrada indiscriminada de productos chinos habría afectado la economía de ese estado y sería una de las explicaciones de la violencia en la entidad del Bajío. 

Pero no hay que perderse en festejos: antes de la llamada de la presidenta no sabía qué esperar de Trump.

Por ello, en su reunión del miércoles con representantes de cúpulas empresariales tuvo un triple mensaje: hemos hecho mucho, fue el primero; así que si nos va mal en la economía, no sería culpa del gobierno, el segundo. ¿El tercero? Saldremos adelante.

En ese cónclave, el gobierno fue transparente al respecto de que se está en una negociación en la que, independientemente de los acuerdos y los esfuerzos, de las reuniones virtuales y presenciales, de la información que se ofrezca, Trump puede salir con sorpresas.

Sheinbaum es consciente, y ya lo ha dicho, de que Trump impondrá aranceles a diversos países. Mientras otros creen que la amenaza es sólo un amago, la presidenta ya descifró la lógica de su interlocutor: quiere cobrar sí o sí". Hasta ahí lo escrito por Camarena.

En conclusión, México debe estar preparado para lo que viene. No hay de otra. (altar_mayor@yahoo.com.mx)