Se convierte en la capital europea más concurrida durante la pandemia

En plena tercera ola del covid-19, Madrid se convirtió en el enorme lugar de descanso para los adolescentes de Europa, más que nada franceses, que cada fin de semana llegan por centenares para ingerir, tomar y gozar de todo lo cual no les permiten hacer en sus localidades.

Los vuelos llegan a partir de París a Madrid, la sociedad autónoma con más contagios de España, son plenamente disponibles, en dichos instantes no rebasan ni 100 euros. A ello se suma que la ciudad más importante española, cuya presidenta Isabel Díaz Ayuso dimitió, es todo muchísimo más económico comparado con la monumental mayor parte de las gigantes metrópolis del continente Europeo.

Los bares, restaurantes, museos, teatros y cines llevan bastante más de 3 meses cerrados en Francia. Por esa razón, varios turistas aterrizan en Madrid atraídos por las frágiles medidas anticoronavirus impuestas por la Sociedad de Madrid y la amplitud del toque de queda.

A pesar de que es necesario la utilización de mascarillas, Madrid amplió a 6 personas las reuniones en las terrazas y cuenta con uno de los toques de queda más flexibles española, hasta las 23 horas, desafiando de esta forma las sugerencias gubernamental central presidido por el socialista Pedro Sánchez de cerrar sitios de tiempo libre y tiendas no fundamentales.