Protestas, súplicas y orgullo.

TRUMP ENFRENTA DOBLE RECHAZO

• Decenas de miles de manifestantes inundaron las calles en más de 1,400 ciudades estadounidenses este sábado, desde la costa del Pacífico hasta el noreste del país, para exigir la protección de los programas de seguridad social ante posibles reformas.

Aunque el enfoque principal no eran los aranceles, muchos protestantes expresaron preocupación por su impacto en los precios y los ahorros de los jubilados, tras la reciente volatilidad financiera.

Paralelamente, altos ejecutivos de las principales empresas tecnológicas y financieras se preparan para un encuentro con el expresidente Trump en su residencia de Florida, donde buscarán convencerlo de revertir los aranceles que, argumentan, están dañando la competitividad estadounidense y erosionando la confianza de los inversionistas.

A nivel internacional, el primer ministro británico Keir Starmer resumió el sentir general al declarar que «el mundo que conocíamos ya no existe». La Unión Europea prepara medidas de retaliación con nuevos gravámenes a productos estadounidenses como alimentos, materias primas y artículos de consumo diario —desde vinos hasta papel higiénico—.

Curiosamente, Elon Musk, asesor de Trump, propuso a un partido italiano la creación de una zona de libre comercio transatlántica, aunque se desconoce si el presidente estadounidense adoptará esta idea.

En Asia, las posturas varían: mientras Vietnam negocia la eliminación mutua de aranceles con Trump e Indonesia y Taiwán evitan represalias, China responde con firmeza —limitando exportaciones de tierras raras y manteniendo aranceles del 34% a bienes estadounidenses—.

Estas medidas, anunciadas tras una semana de caídas bursátiles, ya afectan los mercados: los futuros del Dow Jones perdieron 1,500 puntos, anticipando más inestabilidad financiera en los próximos días.