Madre muere un día después de la muerte de su hijo

Eran muy unidos

Arturo Vargas Rojas de 34 años era el hijo de doña Elsy Rojas Serrano, de 60 años, la cual murió poco después de que éste fuese atropellado en Alajuela, Costa Rica.

La madre de Arturo aparentemente no pudo con la noticia de la muerte de su hijo, lo que provocó que su salud se viese afectada y pocas horas después muriera. Justo un día después del atropellamiento de Arturo.

Kevin Zúñiga, vecino y amigo del difunto, comentó para un conocido medio de comunicación de Costa Rica, que doña Elsy y Arturo eran muy unidos, aunque a San Mateo –colonia donde residía el joven – llegó primero Arturo, pero Elsy quería seguir cuidando de su hijo, por lo que pronto se mudó con él.

"Yo creo que ella quería estar con él", mencionó Kevin, que entre lágrimas, expresó lo mucho que le duele saber que no volverá a ver a su amigo: "Me queda el recuerdo de él. Yo siempre lo voy a llevar en mi corazón, porque él fue uno de mis grandes amigos".

Kevin agregó que la muerte de doña Elsy le causó gran impacto, sobre todo, porque la unión entre madre e hijo era más que evidente.

"Todos los días iba a desayunar con ella y todos los días iba a tomar café con ella", recordó.

• ¿Cómo murió Arturo Rojas?

De acuerdo con autoridades, el joven de 34 años fue atropellado por un hombre ebrio que iba conduciendo sin precaución. Arturo trabajaba como taxista informal, oficio que desempeñaba desde hace ocho años.

Realizaba un viaje a tres clientes, pero en un momento del traslado se detuvo para cerrar la cajuela del automóvil. Fue en ese instante cuando el hombre en estado de ebriedad impactó contra él y terminó con su vida.

Tras el hecho, la comunidad de Alajuela exigió a las autoridades justicia para el presunto responsable, que dejó la parte trasera del automóvil de Arturo totalmente destrozado. Esto mismo provocó el dolor irreparable de Elsy, quien sufrió por la repentina muerte de su hijo y un día después, ella lo siguió.

Por el momento, Elsy y Arturo serán despedidos en su hogar, donde la comunidad los recordará siempre como una madre e hijo unidos que hacían todo lo posible por ser felices y apoyarse incondicionalmente.