Jóvenes cubanos tragaban tornillos para evitar el servicio militar
El Gobierno cubano dictaminó que las autolesiones para escapar a las Fuerzas Armadas pueden suponer evasión y juzgarse por vía penal
Las autolesiones se habían convertido para muchos soldados cubanos en una vía de escape al servicio militar durante el cumplimiento de alguna sanción en una unidad disciplinaria. En muchos casos, eran declarados no aptos después de infligirse algún daño y quedaban sin sanción de la Fiscalía Militar.
La decisión, publicada este miércoles en la Gaceta Oficial, responde así a una cuestión planteada por el vicefiscal general de la República y jefe de la Fiscalía Militar, Juan Raudel Risell Collazo.
El funcionario daba cuenta del elevado número de casos de soldados que, cumpliendo sanción en la Unidad Disciplinaria Occidental El Globo, ingieren objetos "(tornillos, arandelas, cuchillas, etc.)" para evitar sus obligaciones.
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Estos jóvenes quedaban, sostiene, sin castigo de la Fiscalía y, en ocasiones, eran absueltos por los tribunales militares. Por este motivo, el oficial elevó la pregunta al Gobierno "con el fin de adoptar decisiones tendentes a frenar estos actos".
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El Gobierno considera que, estando sancionados por un delito militar, los soldados permanecen sujetos a ese régimen y sus obligaciones, una situación muy distinta a la de aquellos que cumplen penas en un centro penitenciario por un delito común. Por este motivo, los militares continúan ejecutando programas de preparación militar y mantienen la condición de aforados.
En estas circunstancias, las autolesiones que tienen como objetivo eludir sus obligaciones, pueden suponer un delito de evasión de estas, como prevé el artículo 20 de la Ley de los Delitos Militares. El dictamen también aclara que se habrá de realizar un análisis individual de cada caso para dar la respuesta que proceda de acuerdo con la ley.
Esta nueva situación penal no excluye la evaluación médica que determinará si siguen siendo aptos o no para concluir sus compromisos con las Fuerzas Armadas.
El Gobierno recuerda que la vinculación de un ciudadano a la prestación del servicio militar en el país cuenta con el amparo legal de varias normas, entre ellas la Constitución de la República e implica "el asentamiento en el Registro Militar, activo o de la reserva, la incorporación, la prestación y el licenciamiento, así como una amplia gama de atribuciones y obligaciones, generales y específicas, de ineludible observancia durante su permanencia en ellas".
Con la publicación del dictamen en la Gaceta Oficial, las salas de materia penal del Tribunal Supremo Popular quedan informadas y deberán actuar de acuerdo a él; así como los demás órdenes, provincial y militar, sujetos a darle cumplimiento.
Cuba forma parte de la treintena de países que mantienen el servicio militar obligatorio. A pesar de las críticas recibidas por su dureza, el Gobierno no se ha planteado su profesionalización y argumenta que sus recursos son limitados para estimularlo económicamente, así como la necesidad de que los ciudadanos se comprometan en la defensa de un territorio pequeño que tiene enfrente, física e ideológicamente, a una superpotencia militar.
En la mayoría de los países en que el servicio militar es obligatorio las mujeres están exentas, a excepción de Noruega, Suecia, Corea del Norte, Israel y Eritrea. Los dos primeros, además, también reclutan al género neutro.