Expertos encuentran relación entre la pérdida de hielo y terremotos en Alaska
Científicos del Instituto Geofísico Fairbanks en Alaska relacionan los terremotos con la pérdida de hielo en la región
Investigadores del Instituto Geofísico de Fairbanks de la Universidad de Alaska descubrieron una relación entre la pérdida generalizada de hielo de los glaciares con los terremotos ocasionados en la región. En un artículo de investigación publicado en marzo de 2021 detectaron que la pérdida de hielo cerca del Parque Nacional Glacier Bay influyó en los movimientos tectónicos con magnitud superior a 5.0 grados Richter.
"Alaska tiene algunos de los glaciares más grandes del mundo, con miles de pies de espesor y el peso del hielo hace que la tierra debajo de él se hunda. Cuando un glaciar se derrite, el suelo de la superficie vuelve a brotar muy parecido a una esponja". Así lo explicó Chris Rollins, autor principal del estudio realizado durante su investigación mientras estaba en el Instituto Geofísico.
Rollins también detalló que existe un efecto llamado "efecto elástico", es decir, cuando la tierra vuelve a brotar instantáneamente después de que se quita la masa de hielo. En el estudio, los investigadores relacionan el movimiento de expansión del manto con grandes terremotos en el sureste de Alaska. "Los glaciares se han estado derritiendo durante más de 200 años, ello ha provocado una pérdida de más de mil 931 kilómetros cúbicos de hielo", señaló Rollins.
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Según los expertos, el sur de Alaska se encuentra en el límite entre la placa continental de América del Norte y la placa del Pacífico. Ahí, friccionan de un lado a otro aproximadamente dos pulgadas por año, el doble de velocidad de la falla de San Andrés en California, eso resulta en frecuentes terremotos.
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No obstante, la desaparición de los glaciares también ha provocado que la tierra del sur de Alaska se eleve aproximadamente 1,5 pulgadas por año. Rollins explicó con modelos de movimiento de la tierra la pérdida de hielo desde 1770, encontrando una correlación sutil pero inconfundible entre terremotos y el rebote de la tierra. "Cuando la tierra rebota tras el retroceso de un glaciar, lo hace como pan que se eleva en un horno y se extiende en todas direcciones", agregó.
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Si bien, el derretimiento de los glaciares no es la causa directa de los terremotos, probablemente modula tanto el momento y la gravedad de los sismos. Cabe señalar, el movimiento de las placas es el principal impulsor de la sismicidad, el levantamiento y la deformación en el área de Alaska. Sin embargo, el rebote postglaciar se suma a ello y provoca mayores fallas en la zona roja de la región provocando más terremotos.