¿Por qué los incendios de Chile están siendo tan mortíferos?
Hasta el momento hay 112 fallecimientos confirmados y una investigación en curso pues las autoridades sospechan que los fuegos de Valparaiso fueron provocados
Tragedia en Chile
Chile está luchando en estos momentos contra la que ha sido calificada como una de las tragedias más grandes de las últimas décadas. La ola de incendios más mortífera de su historia reciente ha costado la vida de al menos 122 personas, y 190 están desaparecidas. Asimismo, alrededor de 15.000 viviendas se han visto afectadas.
"Es la tragedia más grande que hemos vivido como país desde el terremoto del 27 de febrero de 2010", aseguró el presidente chileno, Gabriel Boric.
¿Por qué están siendo tan destructivos estos incendios?
- Sequía prolongada
Chile lleva en situación de sequía 14 años aproximadamente, algo que afecta principalmente a la zona central del país. En esta zona es justo donde se encuentra la región de Valparaíso, la más afectada por estos incendios. La causa de esta falta de agua es la ausencia prolongada de precipitaciones.
- Altas temperaturas
Las altas temperaturas también han ayudado a que el siniestro sea extremadamente grave. Cuando comenzó el incendio, el viernes 2 de febrero, la temperatura en la región de Valparaíso superaba los 33 grados, una temperatura calificada por los meteorólogos como extremadamente alta e inusual para esa zona costera en este momento del año.
A esto se le suma que el nivel de humedad era más bajo de lo habitual.
- Fuertes vientos
Asimismo, en las zonas afectadas se registraron ráfagas de viento de hasta 80 kilómetros por hora, algo que fue favorable para la propagación del fuego. Además, en la región de Valparaíso abundan los cerros y valles, relieves que contribuyen a que los vientos adquieran mayor velocidad.
- Densidad de población
El último de los factores que explican la gran catástrofe es la densidad de población de las áreas afectadas. De acuerdo con expertos, algunas de las áreas quemadas están densamente pobladas y no cuentan con patrones de planificación ni conectividad adecuadas. Tampoco disponen de muros de contención.
Además, las infraestructuras tampoco ayudaban: muchas de las viviendas que hay en estas zonas son precarias y están hechas con materiales livianos o maderas, fácilmente inflamables.