Con flores, música y bailes tradicionales rinden tributo al “Río Grande de Tehuantepec”
Ver un río caudaloso es agradecerle a la vida y a la madre tierra, reconocieron los asistentes
Tehuantepec, Oax.- El río grande Tehuantepec (Gui´gu Roo Gui’si) es un ser vivo, así lo consideran sus lugareños, quienes le rindieron tributo con flores, música y bailes tradicionales al ver la creciente que desde hace cuatro años no tenía por la sequía.
El río Tehuantepec, como también se le conoce, atraviesa diversos municipios istmeños, entre ellos Tequisitlán, Jalapa del Marqués, Mixtequilla, San Blas Atempa y llega hasta Huilotepec, para desembocar en la laguna superior.
- Reconocieron que el río les ha dado el carácter como pueblo zapoteca, y ha sido un punto de coincidencia con muchas culturas.
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El punto de reunión fue la capilla del Barrio San Juanico, donde asistieron banda La Tulabeña, el grupo Scarú Xquidxe de San Blas, Tecuani y también jóvenes de la banda Be’dxeyu, quienes realizan un rescate de la música tradicional de flauta y caparazón de tortuga.
“Es hermoso ver un río grande lleno de agua, creciente y armonioso, antes acá nos bañábamos y lavábamos la ropa, era una sana convivencia ver el río vivo, por eso hoy le traemos flores, como señal de respeto y cuidado”, contó Hermelinda Hernández, de 65 años de edad.
Doña Hermelinda y sus 13 nietos acudieron al ritual, le llevaron flores que cortaron de su jardín y se lo ofrendaron al río, un afluente natural que dicen visitan a diario.
“Todas las tardes venimos a verlo, el río forma parte de nuestra vida, es historia para nosotros, acá venía yo de chiquita y me bañaba, pero ahora, ya está muy contaminado y a muy pocas personas les interesa, y eso es muy triste”, narró.
BENDECIDOS CON AGUA
La abuela y sus nietas le dedicaron aplausos y una porra al río por todo lo bueno que les ha dado y pidieron también a la madre tierra que ya no esté seco, sino al contrario siempre esté lleno de agua.
Familias enteras también arribaron a esta ceremonia de ofrenda al río, muchos de ellos introdujeron sus aguas, mojaron sus enaguas y sus manos en señal de sanación.
“Hoy le venimos a dejar flores, porque el río es un punto de coincidencia con muchas culturas, le tenemos mucho respeto, es para nosotros un honor verlo caudaloso, lleno de agua, vivo”, explicó Mario Mecott Francsisco, organizador del evento y defensor de la cultura zapoteca.
El cronista de la ciudad, Rómulo Jiménez Celaya detalló fecha por fecha las inundaciones que ha dejado este caudal natural, entre ellas la inundación a la iglesia de Laborío.
Destacó que el Río Tehuantepec es un ser vivo importante que es signo de bienestar y armonía, por eso se le rinde tributo por todas las historias que ha dejado a este municipio zapoteca.