Mercado laboral requiere de apoyo gubernamental para su recuperación adecuada

Según la  Encuesta de Seguimiento de los Efectos del COVID-19 en el bienestar de los hogares mexicanos (ENCOVID), realizada por el  Instituto de Investigaciones para el Desarrollo con Equidad (EQUIDE), entre 2018 y marzo del presente año la  pobreza aumentó 12%, para posicionarse en 54%. Por su parte, la  pobreza extrema subió a 15%, con una cifra total estimada de 14.6 millones nuevas personas en esta situación en el transcurso de dicho periodo.

ENCOVID reportó, las  afectaciones por el periodo de confinamiento sanitario y restricción de actividades fueron especialmente  severas para población ocupada que percibió menores ingresos. En marzo 64% de los  hogares consultados por la encuesta indicaron, sus  ingresos son menores a los que tenían antes de la crisis sanitaria. Las conclusiones de su estudio informaron, en hogares con el  nivel socioeconómico más bajo, esta cifra fue de 70%, mientras en el  nivel más alto registró 53%.

Las cifras de ingresos en hogares de todos los niveles socioeconómicos sugieren que el  i mpacto de la pandemia no ha podido recuperarse en materia de mercado laboral. En este sentido, la  Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) indicó, en el primer trimestre de 2021 2.8 millones que perdieron su empleo desde 2020  no han podido emplearse nuevamente. La población ocupada con  ingresos de salario mínimo aumentó de 58.4% a 61.3%; mientras  quienes perciben más de dos salarios mínimos bajaron de 25% a 21.5% durante el mismo periodo.

Especialistas del sector privado comentaron, pese a que el  Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) reportó 38 mil 961  nuevos trabajadores registrados, aún muestra un  panorama desfavorable en general. La cifra actual asciende a 613 mil trabajadores, cuyo déficit cerró en 504 mil registros no recuperados durante el transcurso de la  nueva normalidad. Para que el  mercado laboral repunte y muestre señales sólidas de recuperación, el  apoyo gubernamental es clave, tanto para las  personas como  pymes. Asimismo, junto con  programas de asistencia e  incentivos orientados a mejorar la oferta laboral, es necesario un  cambio de actitud del gobierno, con objeto de f omentar y captar la inversión en todos los niveles posibles, concluyó el  CEESP.