“La Barbie” confesó que ayudó a localizar a “El Chapo” y Arturo Beltrán Leyva
Para lavar sus culpas, el capo se declaró cristiano y manifestó su deseo de convertirse en mentor de jóvenes con el fin de compartir su historia para prevenir el uso de drogas
Cooperó con la DEA
- El narcotraficante Édgar Valdez Villarreal, conocido como La Barbie, declaró ante una corte en Estados Unidos que tenía pensado entregarse a las autoridades antes de 2010, pero la Administración de Control de Drogas (DEA por sus siglas en inglés) le solicitó mantenerse dentro del Cártel de los Beltrán Leyva, posición que le permitió brindar información para que las fuerzas federales lograran detener en una ocasión a Joaquín “El Chapo” Guzmán, así como la ubicación de Arturo Beltrán Leyva, quien terminó abatido en Cuernavaca, Morelos.
Así, Valdez Villarreal se movía como narcotraficante y de forma paralela era un informante, un topo, un canario, proporcionando información de los altos líderes del cártel de los Beltrán Leyva y sobre las rutas de trasiego de cocaína procedente de Colombia.
Valdez Villarreal aseguró que las autoridades de Estados Unidos querían mandar una señal a los capos mexicanos de que estaban dispuestos a cooperar para poner fin a la violencia y la guerra entre grupos criminales.
Aseguró que a través de su historia, trataban de “enviar un mensaje a la gente en los cárteles mexicanos y todo eso, quiero decir, es cierto, y también pueden enviar el mensaje de que el gobierno quiere cooperar, para que puedan detener todo esto, las drogas y los asesinatos allá en México”.