Inflación en México se dispara 6 puntos por arriba de las proyecciones
Abril 23, 2021 - 08:15 a.m.
México podría experimentar efectos adversos de la inflación sobre la población más vulnerable
Durante la primera quincena de abril 2021, la inflación reportó un aumento de 6.05% en México por arriba de las expectativas. Esta cifra resulta la más alta desde la segunda quincena de diciembre 2017, cuando se ubicó en 6.85% y estuvo seriamente afectado por un aumento acelerado en los precios de los energéticos.
Al interior del indicador, precio subyacente que excluye productos de alta volatilidad, se desaceleró para ubicarse en 4.13% a tasa anual, después de reportar incrementos de 4.15% durante el cierre de febrero. Los precios de servicios se ubicaron en 2.47% mientras los precios de mercancías aumentaron 5.66%.
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Por el lado no subyacente donde se contabilizan productos con una alta volatilidad en los precios se ubicó en 12.21% a tasa anual, también la mayor desde 2017 cuando llego a 13.04%. En la forma desagregada de la inflación, los productos agropecuarios presentaron una variación en los precios de 3.63% mientras que los energéticos se ubicaron en 19.43%respecto al mismo indicador de 2020. En cuanto al indicador inflacionario de los precios de la canasta de consumo mínimo se registró una disminución quincenal de 0.04% y un aumento de 7.51% anual.
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Ante estos aumentos de inflación por encima de los pronósticos, Banxico podría hacer una pausa en su relajamiento de política monetaria. Esto ya que el banco central está encargado de mantener el valor de la moneda, por lo cual su principal misión es mantener una inflación estable para lograr estabilidad en los precios. La estabilidad en precios ha sido condición fundamental para poder activar las políticas económicas monetarias por lo que los resultados por arriba de las proyecciones pueden prender las alertas en Banxico.
Vale recalcar que la inflación perjudica de manera importante a las familias de menores recursos por un deterioro acelerado en el poder adquisitivo de su dinero y por ende resulta un gravamen sobre los salarios. Esto afecta particularmente a las familias de menores ingresos que mantienen una gran proporción de recursos fuera del sistema financiero, dificultando el uso de instrumentos de protección contra la inflación.
