Se rompe puerta de vidrio con la que un niño "jugaba" en el aeropuerto

El pasado 7 de noviembre, decenas de pasajeros del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) fueron sorprendidos por el estallido de una puerta de vidrio de una sucursal bancaria de la Terminal 2.

Las cámaras de videovigilancia registraron el momento en que el cristal estalló, en él se puede ver que un grupo de personas estaba muy cerca del vidrio que terminó deshecho.

Pasajeros que escucharon el sonido del cristal al romperse se acercaron inmediatamente para verificar que nadie estuviera herido por alguna de las esquirlas que salieron proyectadas.

El AICM emitió un comunicado en el que informó que el incidente ocurrió mientras un niño jugaba con la puerta de cristal, según testimonios recabados. También señaló que el menor no sufrió ninguna lesión.

"No requirió atención médica, y de inmediato se activó el protocolo de protección civil y atención médica, sin registrarse daños a las personas", declaró.

En cuanto a la reparación de los daños materiales, será el seguro del AICM el encargado de cubrir los gastos para la reposición de la puerta rota.

PÉRDIDA TOTAL

Asimismo, el AICM compartió una foto en la que mostró que la puerta no sólo se estrelló, sino que fue pérdida total. En la imagen es visible que sobre el suelo terminaron miles de fragmentos de vidrio.

En redes sociales varias personas sugirieron al AICM cobrar a los padres del menor el costo de la puerta de cristal que habría roto, bajo el argumento de que era su responsabilidad estar al pendiente y no permitirle que jugara con ella.

"Se lo hubiera cobrado a los papás", "Enseñen a los niños a no ser tentones, en la actualidad los chamacos hacen lo que quieren ,que paguen los padres para que aprendan la lección y así empiecen a educar a su hijo", "Cierto, los padres son los responsables de lo ocurrido, ellos deberían cubrir el daño y no el Aeropuerto ni el Banco" y "Que paguen sus irresponsables padres" fueron algunos de los comentarios.

• No obstante, también hubo quien puso en duda la responsabilidad del niño, ya que la puerta debería estar hecha de un material difícil de romper.

"¿Una puerta de cristal templado de una institución financiera no pudo resistir los ´feroces embates´ de un niño?", fue uno de los comentarios bajo este tenor.