En Baja California, construirán refugios para migrantes deportados desde Estados Unidos.

El Gobierno liderado por Marina del Pilar Ávila señaló que el plan incluye cinco albergues en Tijuana y tres en Mexicali, diseñados únicamente para los mexicanos que han regresado a su país.

"Se construirán refugios nuevos y únicos para personas repatriadas, individuos que provengan del norte al sur, no del sur al norte." Unos de estos refugios pueden ser familias, núcleos familiares, algunos pueden ser mujeres, otros pueden ser hombres, otros pueden ser adolescentes, y otros pueden ser niñas y niños repatriados que también se encuentren solos. La gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila.

• Este proyecto, realizado conjuntamente por los gobiernos estatal, municipal y federal, busca asegurar la seguridad, nutrición y reubicación de los deportados a sus lugares de procedencia.

"Son lugares extensos, que deben tener la capacidad de acoger alrededor de 2 mil 500 individuos." El Gobierno federal propone dos formas de transporte, una que se dirige desde las garitas hasta los centros y otra que, probablemente, se dirige desde los centros hasta sus destinos finales. El secretario General del Gobierno de Baja California es Alfredo Álvarez.

Refugios para migrantes en Baja California 

En la actualidad, Baja California dispone de una red de 44 refugios para inmigrantes que se dirigen hacia Estados Unidos. Sin embargo, estos nuevos lugares que se edificarán serán autónomos y no fusionarán a los repatriados con los migrantes que se dirigen al norte.

"Observamos que eso es lo que se requiere para comenzar a asistir a nuestros migrantes nacionales deportados, además, es evidente que existen los recursos, los cuales son también cruciales para la sociedad civil, que finalmente ha desempeñado un buen trabajo durante muchos años, y que han sido incluso los primeros en responder a esta necesidad de los migrantes nacionales deportados y otros tipos de nacionalidades." Director de Alianza Migrante Tijuana, José María García.

• A pesar de que este proyecto tiene como objetivo resolver el problema de los deportados, también supone un reto logístico y operativo para las autoridades locales.