Inmigrante oaxaqueño murió en el desierto de Arizona; paisanos cooperan para repatriarlo

• Rosa recordó que la mayor ilusión de su hermano era trabajar para sus dos hijas menores de edad. Él abandonó el territorio oaxaqueño el 27 de junio, y su última conexión fue el 17 de julio, de ahí ya no se supo de él.

Las autoridades poco ayudan, o casi nada, yo tuve que moverme por todos los medios hasta hablar con una diputada que me dijo que me ayudarían a traer a mi hermano de la Ciudad de México a la comunidad totalmente gratis a través del Instituto Oaxaqueño de Atención al Migrante (IOAM), pero de Estados Unidos a México nada, y entonces pedí ayuda y por fortuna paisanos oaxaqueños y también radicados allá cooperaron y ahora solo estamos esperando que arribe mi hermanito a mi casa.

Mi hermano era trabajador, pero no le alcanzaba, él me avisó el último día que se iba, que ya tenía todo planeado, entonces lo que hice fue monitorearlo y en su último mensaje que me decía que ya llevaba dos días en el desierto, pero ya no tenía agua ni alimento.

Benito intentaba por segunda ocasión llegar a Estados Unidos y trabajar, dijo su hermana.

“Viajó con su esposa, ella sí logró llegar, pero él no. En el desierto ya no resistió y murió al parecer por deshidratación”, dijo.

De oficio taquero, Benito era alegre y su única preocupación era mejorar sus condiciones de vida.

• “Ánimo hermanito, lo vas a lograr, tqm” fue el último mensaje que su hermana le envió el 17 de julio y al que su hermano respondió con un “también te quiero mucho”, de ahí ya no se supo más hasta el 18 de julio, cuando le avisaron que ya había muerto.

AUTORIDADES NO DIERON AUXILIO

Rosa está agradecida con la sociedad civil por ayudarla, porque de lo contrario, su padre iba a vender su único patrimonio, que es su hogar, para poder repatriar los restos de su hermano.

• Lamentó que las autoridades no dieron el auxilio solicitado.

Busqué ayuda oficial a través del Consulado, que sabemos tiene conocimiento de lo que sucede, pero nada ocurrió, es una lastima porque el caso de mi hermano no es el único, hay muchos paisanos en la morgue sin poder ser repatriados, y lo peor es que tampoco las autoridades locales ayudan, el dolor es tan grande que uno mueve montañas por lograrlo.

Pidió un poco más de “humanidad” por parte de las autoridades y que cumplan con su trabajo, porque dijo “recursos sí hay en el estado, porque por eso pagamos impuestos”.

Además de Benito Muñoz, hay al menos tres oaxaqueños que sus familiares buscan repatriarlos, pero no lo han logrado. Se trata de los hermanos Carlos Enrique y Édgar Mendoza, oriundos de Tuxtepec, y Juan Jesús Díaz Trinidad, oriundo de San Dionisio del Mar, Oaxaca.