Una tarde lluviosa se convirtió en un día inolvidable para cientos de personas que asistieron a la primera función de autocine en la Arena Ciudad de México, en la que a pesar de haber algunos inconvenientes, los presentes agradecieron la oportunidad de realizar nuevamente una actividad al aire libre después de la cuarentena.
Bajo el concepto de “Open Air” parte del estacionamiento del recinto se transformó en un autocinema, el cual abrió sus puertas a partir de las 19:30 horas, dejando entrar a los vehículos que estuvieron haciendo fila en la avenida esperando su ingreso.
Aunque al inicio corría la incertidumbre por saber cómo sería la inspección de las medidas sanitarias que se necesitan aplicar para realizar este tipo de actividades, lo primero que se les pidió a los asistentes fue bajar el cristal de su ventanilla para permitir escanear el código del boleto.
Para la tranquilidad de todos, el personal del evento uso cubrebocas, mascarillas y guantes en todo momento. Mientras, al momento de ingresar, elementos de seguridad del lugar rociaron sanitizante en las llantas, algo que para algunos debió haber sido todo el auto.
A manera de bienvenida algunos payasos se ponían a bailar enfrente de los coches para distraer a los pasajeros que esperaban su turno de ser acomodados. Al inicio todo iba bien, cada auto se colocaba como iba llegando en la zona por la que había pagado.
Sin embargo, las complicaciones surgieron cuando los acomodadores no respetaron las líneas marcadas para cada auto y pusieron algunas camionetas delante de carros más pequeños, pero como la afluencia vehicular continuaba, desistieron de reordenar y empezaron a acomodarlos sin importar la zona por la que habían pagado.
Por otro lado, el aguacero que cayó en el lugar dejó encharcamientos y lodo por todos lados, lo que ocasionó que algunos autos patinaran durante su ingreso, algo que durante la función empezaron a resolver con grava, para evitar ese tipo de problemas en la segunda función.
Después de la espera la función empezó con un despliegue de papelitos y serpentinas que salieron del escenario, además, para hacer más dinámica la experiencia, en la pantalla apareció la indicación de tocar el claxon, lo que representaría que todos estaban gritando de emoción; acción que todos realizaron.
Fue la película de los “Minions” la elegida para inaugurar el autocinema, lo que hizo que la audiencia fuera en su mayoría niños acompañados de sus padres y a pesar del buen sonido la pantalla central que mide 6 x12 metros, tuvo algunas fallas técnicas y en algunos momentos aparecieron cuadros negros.
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