Kim Kardashian y Kanye West decidieron tomar caminos diferentes tras siete años de matrimonio y cuatro hijos en común, sin embargo hasta ahora cuando hemos podido conocer la verdadera versión razon.
En el penúltimo episodio del reality Keeping Up With The Kardashian, que en aquel momento, nadie conocía los planes de divorcio de la pareja, sin embargo, el matrimonio ya había tomado la decisión de separarse.
La pareja tuvo una fuerte pelea tras un año luchando por salvar su matrimonio.
Con los sentimientos a flor de piel, Kim confiesa que su relación está "completamente estancada pues Kanye tiene unos planes y ella tiene otros.
"Me siento como una fracasada. Es mi tercer matrimonio. Me siento como una maldita perdedora. Pero ni siquiera puedo pensar en eso. Quiero ser feliz" añadía la famosa.
Sin poder contener el llanto e intentando ser consolada por sus hermanas, Kim quien ya deja muy claro sus planes de divorcio señalando:
"Siempre pensé que podría quedarme con mis niños y que mi marido se fuera moviendo de un estado a otro, pero luego me di cuenta de que no, que no había llegado tan lejos para no ser feliz".
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