Protagonista de 'El juego del calamar' habla del auge de la cultura surcoreana
Lee habló días después de hacer historia como el primer artista de lengua extranjera en ganar el Emmy
Éxitos indiscutibles como El juego del calamar y Parásitos podrían hacerlo ver fácil, pero el ganador del Emmy Lee Jung-jae dice que al cine surcoreano le tomó años aprender a alcanzar audiencias globales a partir de historias sobre competitividad, violencia o vida moderna.
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"Estamos muy contentos de haber sido capaces de llegar a una audiencia global con un trabajo que no está en inglés", dijo Lee.
- En Corea "todos están felices y han enviado mensajes de felicitación", afirmó durante una entrevista en el festival de cine de Toronto. "¡Cuando vuelva habrá un montón de entrevistas y cosas esperándome allí!".
La brutal sátira social sobre inadaptados y criminales que compiten por dinero en versiones retorcidas de juegos infantiles sigue los pasos a la surcoreana Parásitos, que hace dos años se convirtió en la primera cinta no hablada en inglés en ganar un Oscar a mejor película.
"Durante mucho tiempo el cine coreano ha tratado de descifrar cómo conectar mejor con audiencias globales", asegura Lee.
"Ahora, como resultado de estos largos años de esfuerzos, vemos numeroso contenido de alta calidad que ha resonado alrededor del mundo y ha sido aclamado por la crítica".
El éxito comercial ha sido además enorme
- El director de El juego del calamar, Hwang Dong-hyuk, está escribiendo la esperada segunda temporada.
- Lee anticipa que su personaje Seong Gi-hun esta vez "será completamente diferente".
"Una sociedad demasiado competitiva" Pero antes vendrá Hunt, la película con la que Lee debuta como director y que se ganó una prestigiosa "gala de presentación" esta semana en el Festival Internacional de Cine de Toronto, algo relativamente inusual para una cinta asiática.
El retorcido thriller de espionaje ambientado en la Guerra Fría, en el que Lee además es protagonista, está ligeramente basado en eventos políticos reales la década de 1980, incluyendo el asesinato del presidente surcoreano Park Chung-hee y la deserción de un piloto norcoreano.
Lee dice que la cinta comparte algunas temáticas con El juego del calamar, como una representación cruda de la violencia cuando espías rivales surcoreanos se vuelven contra otro y lo torturan.
- También plantea cómo una "sociedad demasiado competitiva puede de hecho llevar a las personas a lastimarse unas a otras".