Tras el portón, tres vehículos incendiados. Dentro, en la casa, paredes, ventanales, los muebles del corredor y todo alrededor muestran los daños causados por el fuego, con el que un número indeterminado de personas, todos vecinos de la colonia Francisco Martínez Gaytán de este municipio, descargaron su ira tras el hallazgo del cuerpo de Juany Amairani, de 26 años, víctima de feminicidio.

Sucedió el domingo, el día fatídico en que tres mujeres, en distintos lugares de Tabasco, casi a la misma hora, eran encontradas sin vida, con huellas de haber sido asesinados de forma cruel y despiadada.

Los vecinos de esta colonia llevaban días colaborando con la familia de Juany Amairani para tratar de encontrarla y fue después de presionar a los padres de quien fuera su pareja, que pudieron entrar a su propiedad y, a como lo temían, ahí encontraron enterrada a la joven madre de tres niños.

“Pues el pueblo se indignó debido a la situación pues y tomaron represalias, se quiso hacer justicia, pero en realidad, a la mera hora, el pueblo de nosotros no es asesino ni nada que ver”, contó Enrique Romero, tío de la víctima.

Tras alerta, policías municipales, estatales, ministeriales y elementos de la Guardia Nacional intervinieron para poner a salvo a las personas que se encontraban en el domicilio a la hora que entró la turba a provocar destrozos y prender fuego.

“La fiscalía está actuando en este sentido ya, hay una carpeta de investigación y ahí se está revisando”, declaró este martes el secretario de Gobierno, Guillermo del Rivero.

Pero en la comunidad nadie muestra arrepentimiento por lo que sucedió. “A esa gente ya no las queremos aquí”, dijo Deysi, amiga de la víctima. “El pueblo indignado actuó porque las autoridades de aquí fueron incompetentes, no actuaron en su momento”, expresó.

Julián Valencia, expareja de Juany Amairani, quien es buscado por la policía, y su familia son originarios de Michoacán, y según los vecinos eran gente peligrosa, “de armas tomar”.