Esta mañana un enorme grupo de migrantes en la central de autobuses de Monterrey, Nuevo León para pedir que les vendan boletos con destino a Piedras Negras, Coahuila, y así poder seguir su viaje a la frontera con Estados Unidos, debido a esto, algunos decidieron coser sus labios. 

En total siete personas de procedencia venezolana fueron las que cosieron sus labios, una de ellas fue una mujer con nueve meses de embarazo. 

Como seña de inconformidad y molestia, los migrantes que han pasado tres días en la central, tomaron una aguja e hilo en color negro y comenzaron a perforar su cuerpo, para evidenciar su exigencia. 

“A nosotros nos dieron este permiso por 30 días en el que podemos ir a cualquier parte del país, ahora nos dicen que no podemos pasar a Coahuila y nos tienen aquí encerrados. Están jugando con nosotros, nos están quitando el dinero”, dijo un hombre proveniente de Venezuela. 

Uno de los migrantes, mencionó que, de no ser atendida su exigencia, podrían llegar a cerrar la salida de los autobuses para presionar a las autoridades y les vendan las salidas a otros estados fronterizos. 

Llegan guardias nacionales a la central 

Al lugar de la manifestación arribaron elementos de Guardia Nacional y se incrementó la seguridad por parte de Policía de Monterrey. 

El martes pasado, fueron vendidos boletos con destino a Castaños; Coahuila y otros por la carretera Colombia, sin embargo, algunos de estos viajes fueron regresados y no se les permitió continuar. 

Alrededor de dos mil migrantes de países como Venezuela, Honduras y Cuba llegaron el lunes a Monterrey, luego de que los camiones en los que viajaban fueron desviados por autoridades, en Saltillo, Coahuila. 

Y es que cerca de dos mil migrantes abarrotaron la central de autobuses de Monterrey, esperando tener una oportunidad de llegar a la frontera, este grupo busca emprender un viaje hacia Castaños, Coahuila, con el riesgo de que los regresen otra vez.