Patinaje artístico sobre hielo Bronce nacional de Fátima Argáez
Sube al podio en Monterrey, sede del campeonato de la especialidad 2019
La patinadora tabasqueña, Fátima de Lourdes Argáez Brindis, obtuvo el tercer lugar en el pasado Campeonato Nacional de Patinaje Artístico sobre Hielo 2019, que se llevó a cabo en la pista de San Agustín de la ciudad de Monterrey, Nuevo León, y la cual es avalada por la Federación Mexicana de Deportes de Invierno.
“Cada nivel tiene su dificultad, por eso comenzamos a entrenar, cambiando muchos aspectos de la rutina para que fuera más competitiva y tuviera más nivel, de tal forma que yo pudiera obtener más puntos y tuviera mayor oportunidad de obtener un buen lugar, como sucedió”, indicó la patinadora.
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La competencia realizada en Monterrey exigió a Fátima Argáez Brindis una mayor concentración y esfuerzo para ser competitiva entre las demás participantes, “ya que la pista era unos diez metros menos ancha de largo y de ancho, en la que habitualmente entreno, y de eso me di cuenta el día del calentamiento oficial para reconocer la pista y eso provocó problemitas en su rutina a todas las niñas”, explicó.
Esta situación, dijo, la obligó a patinar en un inicio más lento “ya que todo se me hacía más chiquito, y tenía que ver que la música nos diera con la rutina, de forma que no nos sobrara tanta al finalizar, por eso hubo maestros que decidieron ese día poner rutinas más rutinas finales, más pasos, alargaron la música, y otros la acortaron pero hubo algunos que decidieron dejar la rutina y decir que esa era la pista te tocó y ni modo”.
SUPERA
El mínimo requerido
25 puntos logró para calificar a la ronda final, superando los 22 que por regla debe sumar para acceder a la lucha por las medallas.
GANA CON TODO Y UNA LESIÓN EN EL TOBILLO
A la complejidad de la competencia y lo corto de la pista, se unió a la patinadora tabasqueña un esguince en el tobillo, “y en el primer entrenamiento me empezó a doler muchísimo, por lo que entrené antes de la competencia nada más unos quince días porque mi tobillo no aguantaba el dolor, y eso me puso muy nerviosa porque el día anterior no entrené casi nada y los molinetes y los saltos necesitan ser entrenados para que te salgan bien”, explicó.
Esta situación la llevó a experimentar la incertidumbre antes de su participación, “todo tiene que estar sincronizado, muy preciso y yo no sabía cómo iba a estar porque en el entrenamiento antes de que yo patinara, no nos ponían música, entonces en verdad no sabía cómo iba a estar”.
Fátima Argáez fue una de las primeras patinadoras en realizar su rutina, “y yo no sabía cómo iba a ser las rutinas de las otras niñas, porque un día antes no las había visto, y no sabía que iba a hacer, pero mis entrenadores, Willy y Alfredo me motivaron, me dijeron que yo podía hacerlo, y que si perdía no iba a pasar nada, pero si ganaba todo iba a estar bien, que sólo hiciera lo que sé hacer, que diera todo de mí”.
Y así, Fátima de Lourdes Argáez Brindis se enfrentó a sus miedos y realizó su rutina, la que le valió contra todas las adversidades: obtener un valioso tercer lugar y la experiencia de haberlo logrado.