Jalpa, entre iglesias y un panteón en el olvido
Durante dos o más siglos de sufrir una metamorfosis creció Jalpa hasta elevarse municipalidad
En La intervención y el imperio en Tabasco, Bernardo del Águila describe el primer cuadro de Jalpa, cabecera de partido, y el crecimiento poblacional de uno de sus primeros barrios: Santa Ana.
De hecho, al referirse a las “noticias estadísticas fechadas en el año de 1854 en la villa de Jalpa”, señala que “está en fábrica una ermita en un barrio nombrado Santa Ana”.
- En este siglo XIX, la integración territorial de Jalpa se da a la par de la conformación de sus barrios, Santa Ana, La Candelaria, La Guadalupe y San Luis, pero primero tomó forma la plaza principal de la demarcación que transitó entre cabecera de partido, villa (en 1883), y después llamada por el nombre de “Jalpa de Méndez” (en 1887), en honor “al valiente coronel Gregorio Méndez Magaña”, precisa Bernardo Ferrer Villar en el artículo “Jalpa de Méndez, la capital de la Chontalpa por muchos años”, al evocar aquel decreto del Congreso del Estado de Tabasco.
- Si bien para 1549, “solía venir de Campeche o Champotón un sacerdote, de vez en cuando, a celebrar oficios a las familias que vivían en la Victoria y en Jalpa”, según Manuel Gil y Sáenz en Compendio Histórico, Geográfico y Estadístico del Estado de Tabasco (1872), es evidente, desde entonces, la religiosidad de los jalpanecos, que libró -incluso- una serie de obstáculos anticlericales que vendrían en las primeras décadas del siglo XX.
Jalpa, “plano llano y circunvalado de tierra baja, útil en tiempo de verano para toda clase de labor”, pasó de tener 48 tributarios en 1579 a unos 1,660 habitantes, entre hombres y mujeres, en 1784; pero 41 años más tarde la población ya era de 2,201 residentes.
En este contexto se fundó y creció Jalpa como partido hasta elevarse a rango de villa, ciudad, y municipalidad en el siglo XX. Sin embargo, la religiosidad comenzó a mediados del siglo XVI, como refiere Gil y Sáenz.
Si la iglesia del barrio de Santa Ana, cuya festividad es cada 26 de julio, se está construyendo para 1854, la iglesia central ya es un referente desde 1834.
- Con base en las “noticias estadísticas fechadas en el año de 1854 en la villa de Jalpa”, se presenta una descripción sobre el centro e iglesia principal de la cabecera de este partido: “…su plaza está situada en el paraje más céntrico de la población y, en medio de ella una iglesia de material de paredes con techos de tejas; es de tres naves y tiene de largo 66 varas y 20 de ancho; tiene siete altares de arquitectura regular y deposita imágenes que por sus perfecciones merecen respeto y veneración; posee ornamentos decentes y tiene alhajas de oro y plata de algún valor; de suerte que ahora pocos años los transeúntes que la visitaban la distinguían con el nombre de catedral de Tabasco; hoy está bastante deteriorada y la desfiguró la reedificación que se le hizo en el año de 1834 por haberle quitado las azoteas; está bajo la dirección de un cura párroco y un ministro que mantiene el culto religioso en todo el partido; la rodea un cementerio de material y 12 casas de mampostería y tejas, y ocho de tejas y setos; salen de ella siete calles principales que se diseminan por toda la población proporcionando comodidad a los que la transitan…”
- Resulta de trascendencia este retrato de Jalpa de mediados de siglo XIX. El templo al que se hace alusión, y que con los años se dedicó a San Francisco de Asís, se ha redificado o modificado cada siglo, como sucedió en 1834, a mediados de 1950 y principios del año 2000. De acuerdo con cronistas, el templo y la feligresía no solo han resistido el paso de la modernidad, sino también aquel embate de la guerra anticlerical en el periodo (1919-1934) del gobernador Tomás Garrido Canabal.
EN LAS FOTOGRAFÍAS, LOS CAMBIOS
- También es de interés, en el plano histórico, lo acontecido con el panteón antiguo de Jalpa, que estaba en los alrededores de la iglesia principal y que quedara bajo sus atrios; un pasaje similar que nos hace pensar en la iglesia central de Cunduacán, lugar en el que sepultaron a personajes ilustres en el cementerio que también estaba en la galería del templo dedicado a la Natividad de María.
Con las diversas adecuaciones y remodelaciones, el primer panteón de Jalpa quedó bajo tierra y probablemente, al realizarse excavaciones, podrían hallarse vestigios de aquel camposanto descrito en crónicas y reportes históricos.
- Por las fotografías en blanco y negro (de Elías Ybañez y de Tirado en el comienzo del siglo XX), el jalpaneco de hoy puede mirar los cambios de la iglesia antigua a la moderna: de ser un templo con dos torres -con sus respectivos nichos para depositar santos- a tener un reloj en la parte central, de estar integrada al resto de la plaza a tener una barda perimetral, de caminar sobre el pasto que crecía en los alrededores a ocultarlo con losetas, de mantener su esencia arquitectónica durante dos o más siglos a sufrir una metamorfosis en lo que llamaron estilo neoclásico, y de ya no ver aquel panteón cuya descripción quedó registrada en las crónicas. Ahora, al interior del templo, hay criptas modernas que empezaron a usarse en 2023. De ello, hablaré en otro momento.