El Pueblo Mágico encantado: Huasca de Ocampo

Huasca de Ocampo es un municipio diminuto pero con una belleza sin igual, salpicado de magia y leyendas que atraen a cualquier persona que quiera pasar un fin de semana encantado, que se sitúa a pocos kilómetros de Pachuca, la ciudad más importante del estado.

A lo largo de este espacio con pasado minero, se levanta el santuario de San Juan Bautista, patrono del municipio, que se encuentra en la plaza primordial y ha sido construida en 1531 que en la actualidad aloja a la Vivienda de la Cultura.

Es en este espacio además se puede gozar de una barbacoa, los objetivos de semana, así como de pastes que hace ciertos pobladores de manera artesanal.

Es fundamental señalar que 1743, Pedro Romero de Terreros exploró las minas de Real del Cerro y con su exuberante producción, se construyeron las haciendas San Antonio, San Miguel y Santa María Regla, que en la actualidad tienen la posibilidad de recorrer y admirar con sus monumentales muros que transportan al viajero a otras épocas.

En este recorrido de haciendas además se puede ir a la de San Juan Hueyapan que ha sido construida por un sobrino de Hernán Cortés en 1535, y su belleza arquitectónica está enclavada de paisajes naturales en las que se puede tomar un recorrido.

Sin embargo la magia de Huasca se recarga en una leyenda que apunta que en aquel sitio los duendes habitan y realizan travesuras a quienes viven en la zona y como prueba de lo cual hicieron, está el Museo de los Duendes en donde se presentan las partes relacionadas con dichos seres mágicos, como trenzas encontradas en las crines de los caballos, extraños nudos o fotografías.

Huasca ha sido el primer municipio del territorio en recibir el nombramiento de Poblado Mágico y está rodeado de bellos paisaje como el que se puede gozar en la Peña de aire, una gran piedra de basalto que, a primera vista parece estar suspendida en el aire.

Además se puede ir a la Presa de San Antonio, los Prismas Basálticos Y El Bosque de las Truchas.