"El influencer de Dios": el adolescente italiano que la Iglesia católica quiere convertir en el primer santo millennial

Carlo Acutis, un joven italiano prodigio de la informática que se ganó el apodo de "influencer de Dios", se convertirá en el primer santo millennial de la Iglesia católica.

• El papa Francisco reconoció un segundo milagro atribuido a Acutis, jugador y programador informático que murió de leucemia en 2006, a los 15 años.

Durante su vida, Acutis utilizó sus habilidades tecnológicas para difundir la fe católica, incluyendo la creación de un sitio web que documentaba lo que consideraba milagros.

Acutis nació en Londres en 1991 y su familia se trasladó a Milán. Aunque los padres de Acutis no eran religiosos, su niñera polaca alimentó su fe. Tras su muerte, el cuerpo del adolescente fue trasladado a la ciudad italiana de Asís, donde se expone junto a otras reliquias relacionadas con él.

El último milagro atribuido a Acutis se refiere a la curación de una joven costarricense que había sufrido un traumatismo craneal tras caerse de su bicicleta en Florencia, Italia, donde estudiaba. Su madre dijo que rezó por la recuperación de su hija ante la tumba de Acutis en Asís, Italia, dejando una carta.

Beatificado

Acutis fue beatificado y declarado "beato" tras su primer milagro en 2020, cuando supuestamente curó a un niño brasileño que tenía un defecto congénito en el páncreas que le impedía ingerir alimentos con normalidad.

Tras la atribución de dos milagros, el siguiente paso es que el papa convoque una reunión de cardenales para acordar la santidad de Acutis y decidir la fecha de la canonización.

Su historia se considera útil para la Iglesia católica en su intento de conectar mejor con las generaciones más jóvenes en la era digital.

Sus amigos y familiares recuerdan a Acutis —considerado un millennial por haber nacido entre principios de los 80 y mediados de los 90— por su afición a los videojuegos, como Halo, Super Mario y Pokémon.

"Todos los hombres nacen como originales, pero muchos mueren como fotocopias, ¡no permitas que te pase a ti!"